El respeto medioambiental empuja a la fabricación de calzado innovador
Cada vez con más frecuencia, numerosas compañías de distinta índole se suman a las tareas encaminadas a beneficiar al medioambiente y, con ello, trascender en la sociedad de manera responsable.
Una de las firmas más representativas del deporte en el mundo destaca en este cúmulo de casos.
Como parte del compromiso de 30 años que formuló Nike con la sustentabilidad integral, ahora 75% de toda la ropa y el calzado que fabrica contienen algún tipo de material reciclado.
Hilos, suelas y canchas de basquetbol…, son unos cuantos ejemplos de los muchos que está creando la compañía al transformar botellas de plástico y fabricar nuevos materiales a partir de residuos y productos usados, como el Nike Grind.
Los materiales de Nike Grind nacen del deseo de no desperdiciar nada y son creados pensando en los atletas y la sustentabilidad. Se crean a partir de los materiales de fabricación excedentes reciclados y el calzado deportivo.
Las mezclas de hule, espuma, fibra, cuero y textiles se separan y muelen en una amplia gama de gránulos. Diferentes materiales se incorporan en productos de rendimiento que van desde nuevo calzado y ropa, hasta superficies deportivas y de juego.
En ese sentido, uno de los productos más icónicos y sustentables de la compañía norteamericana es Air.
La tecnología consiste en aire comprimido (nitrógeno) dentro de una bolsa tan resistente como flexible (llamada unidad Nike Air) que se encuentra en la entresuela debajo del talón, del antepié o de ambos, para una sensación de estar caminando o corriendo sobre aire. Los límites de esta tecnología ahora se extienden con materiales más sustentables, diseños computarizados y avanzadas técnicas de producción.
El objetivo es hacerlo más ligero y fuerte, además de minimizar el impacto de Nike al usar más materiales reciclados.
El proceso de fabricación inicia con la termoformación de una lámina de Poliuretano Termoplástico (TPU) que se realiza con dos hojas de éste en una máquina de termoformado. Después, con calentadores, recorren las láminas de plástico. Cuando las hojas alcanzan la temperatura deseada, los moldes las prensan para unirlas.
Estos moldes se utilizan para crear la forma de las suelas de aire de los zapatos deportivos, que se recortan después a la forma correcta y se inflan con gas de nitrógeno para, en seguida, ser inspeccionadas para su envío a las fábricas de calzado de la firma.
Es ahí que la organización contribuye a la sustentabilidad, ya que puede rescatar más del 90% del exceso de material descartado, el cual se volverá a moler y se convertirá en una nueva lámina para comenzar de nueva cuenta, incluso, el proceso de coloración para las suelas permite que 99% del agua con colorante se recicle.
Actualmente, todas las innovaciones de la suela, diseñadas desde 2008, están compuestas por al menos 50% de residuos de producción reciclados.
En la actualidad, las instalaciones de Nike Air Manufacturing Innovation desvían más del 95% de los residuos de fabricación de los basureros -23 toneladas de materiales- sólo desde mayo 2016 a 2017.
Por ejemplo, de uno de sus modelos, la nueva cápsula de aire cuenta con uno de los sistemas de acolchonamiento más grandes, altos y visibles, elaborada con 70% de residuos de producción reciclados.
La suela Air, del modelo VaporMax, contiene más de un 75% de material reciclado, lo que permite que se elimine la necesidad de una entresuela de espuma.