Las bolsas de plástico han estado en el centro de intensos debates durante los últimos años. Sus detractores aseguran que son las culpables del aumento de residuos, pero su bajo costo, durabilidad y utilidad las convierten en un artículo indispensable para la vida cotidiana.
¿En verdad las bolsas de plástico son las responsables de la crisis ambiental global? ¿Es cierto que las alternativas de papel son más sustentables? En este artículo desmontamos los principales mitos que rodean a las bolsas de plástico y los comparamos con la evidencia científica disponible.
Mito 1. Las bolsas de plástico se fabrican con petróleo crudo
Realidad: Las bolsas de plástico no se fabrican directamente con petróleo crudo, sino con etileno, un derivado del gas natural. Este componente se elimina del gas natural para que pueda usarse como combustible doméstico. Si el etileno se quemara en lugar de transformarse en plástico, generaría emisiones contaminantes. Al convertirlo en bolsas, se evita liberar gases de efecto invernadero adicionales.
Mito 2. Las bolsas de plástico no se pueden reciclar
Realidad: Las bolsas de plástico para la compra son 100% reciclables y el proceso puede ser eficiente y rentable cuando se realiza en instalaciones adecuadas. Los contenedores para reciclado de color amarillo son los indicados para colocar bolsas plásticas y asegurarse de que sean recicladas de forma adecuada para transformarlas en nuevos productos, como mobiliario urbano, bancas o nuevos envases.
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Mito 3. Todas las bolsas de plástico son igual de dañinas para el medio ambiente
Realidad: Existen diferentes tipos de bolsas, incluyendo reutilizables, biodegradables y compostables, diseñadas para reducir el impacto ambiental. Incluso las bolsas plásticas convencionales pueden reciclarse y reutilizarse si se gestionan correctamente, evitando que acaben en vertederos o en el entorno natural.
Mito 4. Las bolsas de plástico son desechables y de un solo uso
Realidad: Este es uno de los mitos más comunes. En realidad, las bolsas de plástico pueden reutilizarse en numerosas ocasiones, ya sea para cargar compras, como bolsas de basura o para almacenar objetos. De hecho, un estudio en Quebec reveló que estas bolsas se reutilizan hasta en un 77.7 % de los casos, demostrando su funcionalidad en diferentes usos cotidianos.
Mito 5. Las bolsas de papel son siempre más ecológicas
Realidad: Aunque se perciben como “más verdes”, las bolsas de papel suelen requerir más agua y energía durante su fabricación, y son más pesadas, lo que incrementa la huella de carbono en el transporte. La verdadera clave está en reutilizar cualquier bolsa tantas veces como sea posible, sin importar el material.
Las bolsas de plástico no son las culpables
Más allá del material, el uso responsable y la correcta disposición de las bolsas de plástico es esencial para evitar daños al medio ambiente. Reutilizarlas y asegurarse de reciclarlas en los puntos adecuados son pasos clave para reducir su impacto ambiental.
En lugar de demonizar las bolsas de plástico, debemos enfocarnos en educar y fomentar prácticas de consumo consciente. Con información precisa, podemos tomar decisiones más sostenibles y responsables.