Justo ahora cuando a nivel mundial la producción anual de plásticos se ha más que duplicado en 20 años hasta alcanzar los 460 millones de toneladas, y cuando países como Francia están pidiendo la creación de grupos de trabajo entre sesiones para abordar cuestiones pendientes, en particular: identificar qué productos plásticos son problemáticos y evitables, qué polímeros y sustancias deberían prohibirse y reafirmar los criterios de diseño ecológico. A nivel nacional, vale la pena preguntarse: ¿Qué le espera la Industria del Reciclaje en México bajo la administración de Sheinbaum?
El futuro del reciclaje en México
En México, y en el ramo del plástico en particular, alcanzamos a ver un aumento en la promoción de alternativas más sostenibles, como bioplásticos o materiales reciclados, así como posibles restricciones a productos de un solo uso.
Hoy ya hay:
- Botellas reutilizables: Diseñadas para reducir el uso de botellas desechables y promover la sostenibilidad.
- Bolsas de plástico biodegradables: Una alternativa ecológica a las bolsas de plástico tradicionales.
Y qué decir de los cubiertos de plástico compostables: Para eventos y reuniones, que se han vuelto una opción más sostenible que los de un solo uso…, y muchas opciones ingeniosas que le ponen el acento a infinidad de objetos que demuestran cómo el plástico puede ser utilizado de manera creativa y funcional, mejorando nuestra vida diaria y, en muchos casos, contribuyendo a la sostenibilidad.
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Cabe pensar que para lograr un mundo más sostenible es crucial hacer una buena elección de materiales, y, por supuesto, el plástico es uno de los que hay que elegir.
Ha mostrado ser un gran aliado en muchos casos, entre ellos para conseguir un mejor aislamiento en viviendas, fabricar placas solares, vehículos eléctricos que, además, se tornen más ligeros, etcétera.
De hecho, sin los plásticos será imposible conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero por desgracia, muchas personas no profundizan en lo que supone este material, y critican que sea utilizado en muchos casos para un solo uso. Pero la clave radica en reciclarlos, para que su vida sea ilimitada, y apreciar que el aparente residuo se convierta, una vez tras otra, en un nuevo recurso.
El futuro a cuentagotas
En ese sentido, el triunfo en las urnas de Claudia Sheinbaum podría conducir a cambios significativos en la industria, fomentando la innovación y la responsabilidad ambiental.
Hace unos meses, a propósito de este tema, el director general de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), Raúl Mendoza, destacó que el sector del plástico en México se encuentra trabajando para avanzar hacia un enfoque circular, es decir, donde se aprovechen al máximo todos los recursos. Él subrayó que más de 360 empresas dentro de la industria del plástico en México se dedican a uno o más procesos de reciclaje. De hecho, el país recicla cada año alrededor de 1 millón 600,000 toneladas.
De acuerdo con el directivo, el país se ha convertido en un referente del reciclaje para el resto de Latinoamérica, debido a que recicla el 60% de los envases de PET colocados en el mercado.
En la Industria del Plástico:
- Dado el historial de Sheinbaum como científica climática y su compromiso con la sostenibilidad, el enfoque ambiental será prioritario y es probable que su gobierno promueva políticas que fomenten la reutilización y el reciclaje de plásticos.
- Innovación Sostenible: De hecho, podría haber un impulso para la innovación en materiales más sostenibles y en tecnologías de reciclaje avanzadas.
- Habrá más regulaciones: Es posible que se introduzcan regulaciones más estrictas sobre la producción y el uso de plásticos, especialmente aquellos que no son reciclables o compostables.
Estos escenarios reflejan un enfoque potencialmente más riguroso hacia la sostenibilidad con implicaciones significativas para la industria del plástico, la cual tendría que adaptarse a las nuevas políticas y regulaciones ambientales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos son escenarios basados en las tendencias actuales y las políticas previas de Sheinbaum. Pronto, en los días que siguen los detalles específicos se desarrollarán a medida que su gobierno comience a implementar su agenda.
Lo que sí es que, con un enfoque más estricto hacia el reciclaje de plásticos, supondrá varias implicaciones para las empresas del sector, que incluyen:
- Inversión en tecnología y nuevos equipos: Las empresas tendrían que invertir en tecnologías de reciclaje avanzadas para cumplir con las nuevas regulaciones.
- Costos operativos: Podría haber un aumento en los costos operativos debido a la necesidad de adaptarse a las nuevas normativas y procesos de reciclaje.
- Innovación en productos: Se incentivaría la innovación en el diseño de productos para facilitar su reciclaje y reducir el uso de plásticos no reciclables.
- Cambio en la cadena de suministro: Las empresas podrían tener que reevaluar y posiblemente reestructurar sus cadenas de suministro para incorporar materiales reciclados.
- Presión regulatoria: Habría una mayor presión regulatoria, con algunas sanciones para las empresas que no cumplan con los estándares de reciclaje.
- Responsabilidad ampliada del productor: Las empresas serían responsables no nada más de la producción, sino también del ciclo de vida posterior de sus productos, incluyendo su disposición final.
Estas medidas formarán parte, quizás, de un esfuerzo más amplio para promover una economía circular y reducir el impacto ambiental de los plásticos. Aunque representan desafíos, también ofrecen oportunidades para que las empresas del ramo lideren en sostenibilidad y responsabilidad ambiental.