Tomar bebidas con los clásicos popotes de plástico es algo que, quizá, muy pronto quedará atrás. La mala fama que arrastran los plásticos de un solo uso y la apuesta por materiales “sostenibles” como los bioplásticos podría cambiar por completo el uso de las pajitas para bebidas.
Pero mientras esto ocurre, repasamos la historia y la evolución de los popotes a través de sus numerosas iteraciones a lo largo de la historia humana.
Una historia milenaria
Los arqueólogos del mundo han encontrado registros del uso de popotes o pajitas para bebidas entre los sumerios y babilonios. El uso de este instrumento tenía un objetivo vital: degustar su densa cerveza sin tragar sus grumos y posos, los restos de la levadura durante la fermentación.
Desde entonces, la evolución de la pajita ha evolucionado de la mano de la tecnología, dando el salto a la fabricación en serie en el siglo XIX.
Una cronología de los popotes para bebidas
- Aproximadamente entre el 2000 y el 3000 a.C, las primeras versiones de los popotes eran simples juncos huecos. Se sabe que figuras como la reina Puabi poseían lujosas pajitas elaboradas con metales preciosos que fueron encontrados en ajuares funerarios.
- Durante siglos, las pajitas se fabricaron con materiales naturales como tallos de hierba o tubos de bambú. Estos eran biodegradables y, por ende, no generaban preocupaciones ambientales.
- En 1888, Marvin Chester Stone patentó el primer popote de papel, que estaba recubierto con parafina para evitar que se deshiciera en la boca. Este diseño permitía una experiencia más higiénica y cómoda.
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- En 1937, Joseph Bernard Friedman, patentó el diseño de la pajita de cuello flexible, ícono de la comida rápida en los países occidentales. Extrañamente, ninguno de los fabricantes de la época se mostró interesado en comprar la patente, por lo que en 1939, el inventor fundó su propia empresa, la Flexible Straw Corporation.
- Fue hasta la década de 1960 cuando las pajitas de plástico ganaron popularidad, gracias a su practicidad, durabilidad y bajo costo, lo que garantizó su producción a gran escala.
- El surgimiento de la comida rápida y los servicios de comida para llevar impulsó todavía más el uso de este utensilio, presente en millones de restaurantes en todo el mundo.
El auge de la conciencia ambiental y ¿el fin del popote de plástico?
A finales del siglo XX y principios del XXI, la creciente conciencia ambiental de los consumidores ha puesto en jaque la producción del popular popote de plástico.
A partir de la década de 2010, se intensificó el movimiento contra el uso de pajitas de plástico. Varios lugares comenzaron a prohibirlas, y surgieron alternativas más sostenibles, como pajitas de papel, metal, bambú y materiales biodegradables.
Queda todavía mucho que ver en la historia de los popotes de plástico, pero sin duda, algo habrá que cambiar en el corto plazo. Actualmente, por ejemplo, tan sólo en Estados Unidos se usan 500 millones de pajitas para beber cada día, según estadísticas del Servicio de Parques Nacionales estadounidense, lo que supone un alto impacto ambiental.
