El Centro de Investigación en Biotecnología y Nanotecnología (Cibyn) de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), identificó un bioplástico, producido por una cepa autóctona mexicana, con propiedades antimicrobianas, que tendría aplicaciones potenciales en la industria y en el sector salud.
“Nosotros empleamos la competencia antimicrobiana, o sea, cómo podemos utilizar la competencia de dos microorganismos para ver si su interacción nos proporciona una manera de ver o de descubrir nuevos antibióticos”, afirmó el doctor José Rubén Morones Ramírez, director del instituto.
El plástico desarrollado, al ser implementado en el sector productivo, se puede incorporar, por ejemplo, a pinturas para recubrir paredes de hospitales y hacer cuartos totalmente estériles; al área textil, para tener ropa antimicrobiana que evita el mal olor, así como para prolongar la esterilidad de las gasas.
José Morones asegura que los resultados de esta investigación tienen un impacto social, ya que las bacterias han desarrollado resistencia a los antibióticos, como consecuencia de la automedicación.