¿Cómo puede la industria cambiar el exceso de desperdicio de alimentos?

El desperdicio de alimentos es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Actualmente, uno de los mayores desafíos y oportunidades que tiene la industria del empaque, es poder contribuir y generar un impacto positivo siguiendo el modelo de la economía circular. Este tiene la premisa de que los recursos se utilizan el máximo tiempo posible, se extrae de ellos el mayor valor, luego se recuperan y se generan nuevos productos con nuevos usos.

El valor que hoy ofrecemos al sumar la economía circular en todos nuestros procesos, alcanza un aspecto que muchas veces queda fuera de nuestra visibilidad como tomadores de decisiones, pero que va más allá de los objetivos que podríamos tener como organizaciones. Por ejemplo, prestar atención a la sostenibilidad de nuestras tecnologías podría ser la clave para crear un verdadero cambio ante uno de los principales problemas que el mundo vive actualmente: el exceso de desperdicio de alimentos.

De acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Social, en México se desperdicia el 37% de los alimentos producidos anualmente. Por lo que esta cifra representa un reto para que, como miembros de organizaciones especializadas en alimentos, empaques y componentes, podamos generar una mayor conciencia y compromiso con las acciones que estamos implementando con el objetivo de reinsertar el plástico y otros materiales en la cadena productiva para cerrar el ciclo y promover una nueva economía circular, más inclusiva y sostenible.


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Considerando estas cifras y lo que mencionaba previamente sobre “prestar principal atención a la sostenibilidad tecnológica”, es imprescindible que dejemos de pensar en nuestros productos como eso, “solo productos” y mantengamos una visión integral de lo que éstos representan para el medio ambiente. Un claro ejemplo es lo que los empaques plásticos de alimentos pueden llegar a cambiar en la situación ambiental si se producen con la tecnología correcta para que ésta genere un impacto positivo en la industria y, en la vida diaria del consumidor y del medio ambiente.

Ahora bien, esto solo será posible si continuamos avanzando en las tecnologías que utilizamos para poder abordar los retos que implica el lograr una verdadera economía circular. Por ejemplo, el seguir desarrollando envases y empaques sostenibles que den la base a generar conciencia en el consumidor sobre lo que la industria está haciendo para mejorar y pueda conocer las alternativas que existen para que desde su trinchera sumen a completar la cadena y evitar así el desperdicio de alimentos.

Por ello contamos con un portafolio completo de soluciones de empaque, y entre ellas Phormanto™, una tecnología que se llevó al mercado del pollo fresco por la importancia que representa para el país. En México, el consumo per cápita de pollo fue 28.59 kg en 2019, y la producción ocupó el sexto lugar a nivel mundial con 3 millones 550 mil toneladas de carne de pollo en 2020, de acuerdo con la Unión Nacional de Avicultores. Asimismo, para este año pronostican que la producción de pollo crecerá un 3.5%, cerrando con una producción de 3.5 millones de toneladas.

Las tecnologías como Phormanto™ son una solución innovadora en empaques termoformados que además de ser sostenible, son atractivas en el punto de venta y mejoran la experiencia de compra del consumidor. Además, ésta es una solución que usa menor cantidad de empaque por producto, tiene menor huella de carbono, es técnicamente reciclable y, no menos importante, ayuda a reducir el desperdicio del alimento ya que extiende la vida útil del pollo fresco hasta por dos semanas. Con esto, podemos disfrutar productos frescos y seguros para el consumo final.

Dado a que como industria nuestro compromiso es atender y generar acciones que sean un parteaguas en el mundo actual, es necesario buscar influenciar profundos cambios en los hábitos de los consumidores.  Uno de los compromisos que tenemos en Dow en el mercado es la educación sobre como promover economía circular, por lo que hacer saber al consumidor que el uso eficiente de los envases y empaques es clave para disminuir el desperdicio, proteger y preservar las características de los alimentos en las etapas que van desde la producción hasta el consumo. Y de igual manera, comunicar cual es la mejor manera de desechar dichos empaques para que puedan reintegrarse a la cadena de valor exitosamente.

Como industria, debemos seguir generando tecnologías que contemplen una visión enfocada en generar resultados positivos para crear un mundo mejor para las futuras generaciones. Como tomadores de decisión en una industria que combinan la química, biología y la física, debemos consolidar nuestro compromiso para seguir impulsando y creando soluciones innovadoras que ayuden al progreso de la humanidad y del planeta.

Autor: Alma Lizárraga, gerente de marketing Dow México

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