El reciclaje de plásticos avanza constantemente, pero también lo hace la crisis ambiental provocada por una gestión inadecuada de los residuos. En este escenario, tecnologías emergentes como la irradiación de plásticos podrían marcar un punto de inflexión hacia una economía más circular y sostenible.
¿Qué es la irradiación de plásticos?
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la irradiación mediante haces de rayos gamma, electrones o rayos X (conocida como radiación ionizante) permite modificar la estructura molecular de los polímeros plásticos. Este proceso puede romper enlaces químicos o crear nuevos (entrecruzamiento), lo que altera las propiedades físicas del material y abre nuevas oportunidades para su reciclaje y reutilización.
Beneficios clave de la irradiación aplicada al reciclaje
La tecnología de irradiación ofrece ventajas únicas que la diferencian de otros métodos de tratamiento:
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Procesos más limpios: reduce la necesidad de aditivos químicos
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Mayor eficiencia energética: optimiza los procesos de transformación
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Facilita la clasificación de polímeros: mejora la pureza del plástico reciclado
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Amplía la vida útil de materiales reciclados: genera productos más duraderos
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“La principal ventaja de la irradiación radica en su capacidad para modificar la estructura química del plástico a nivel molecular”, explica Azillah Binti Othman, oficial del OIEA. “Esto permite reutilizar plásticos difíciles de reciclar y avanzar hacia alternativas de origen biológico que reduzcan la dependencia de materiales fósiles.”
Una aliada de las tecnologías tradicionales
La irradiación también potencia métodos existentes como el reciclaje químico. Al combinarse con la pirólisis, da lugar a un proceso llamado radiolisis, que permite descomponer polímeros complejos en combustibles o compuestos químicos reutilizables, sin necesidad de incorporar plásticos vírgenes.
Además, la irradiación permite mezclar residuos plásticos con otros materiales para producir compuestos de alto rendimiento, útiles en sectores como la construcción o la industria automotriz. En Filipinas, por ejemplo, esta técnica se aplica a materiales como baldosas, ladrillos y tableros fabricados con plástico reciclado, mejorando su resistencia mecánica y durabilidad.
Plásticos más sostenibles gracias a la biomasa
La radiación también desempeña un papel crucial en la creación de plásticos de origen biológico. Al combinarse con biomasa —un recurso renovable—, permite fabricar materiales más sostenibles, como nuevos envases biodegradables, que pueden sustituir a los plásticos convencionales derivados del petróleo.
