Bioplásticos a partir del almidón de maíz: un desarrollo de la Universidad de Guadalajara

Los bioplásticos se están convirtiendo cada vez más en una de las opciones de envasado, embalaje y envoltorios más socorridos, debido a sus propiedades biodegradables y a provenir de fuentes renovables.

En agosto pasado, investigadoras de la Universidad de Guadalajara crearon una película biodegradable a partir de almidón de maíz y cartón de embalaje reciclable. El objetivo de este desarrollo, afirman, es ofrecer una alternativa al uso de plásticos sintéticos y reducir la contaminación.

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¿Qué son los bioplásticos?

Los bioplásticos no son una sustancia como tal, constituyen una familia de materiales plásticos con propiedades y aplicaciones específicas, derivados de materias primas renovables y/o biodegradables.

La organización European Bioplástics define a los bioplásticos como materiales plásticos que son biobasados, biodegradables o que reúnen ambas características. Son estas características los que los han convertido en una alternativa a los materiales tradicionales más contaminantes.

 

Bioplasticos a partir del almidón de maíz

En el país, la estudiante Magdalena González Pérez y la académica María Guadalupe Lomelí, ambas adscritas al Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), desarrollaron un nuevo bioplástico al modificar la química del almidón de maíz para mejorar sus propiedades de resistencia y absorción de humedad.

El almidón también fue mezclado con químicos de grado alimenticio, es decir, solubles en agua y que no emplean solventes tóxicos.

Como parte del proceso, las académicas combinaron la fécula de maíz y agua. Al aplicar temperatura y agitación formaron un gel al que adicionaron un plastificante para que la película tenga flexibilidad. Posteriormente evaluaron otros aspectos como el blanqueo de fibras, a fin de determinar si observaban mejoras en las propiedades del material.

Cabe señalar que una película de almidón sin refuerzo tiene aproximadamente cinco megapascales de resistencia a la tensión, y al incorporar el refuerzo se eleva hasta 14 aproximadamente; en tanto que un plástico convencional posee de 10 a 25 de resistencia.

Aplicación para empaques y recubrimientos de alimentos

El material obtenido, de acuerdo con las pruebas, posee propiedades aceptables por lo que se puede usar para empaques o recubrimientos de alimentos secos. A pesar de estos resultados, todavía se requieren estudios para definir su uso en un mercado más amplio.

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