En un giro inesperado, Walmart anunció el retiro del mercado de 850,000 botellas de agua de acero inoxidable de la marca Ozark Trail debido a múltiples reportes de accidentes provocados por sus tapas metálicas.
El retiro comenzó después de que al menos tres personas reportaran cortes y lesiones graves a la compañía, incluyendo dos casos de pérdida permanente de visión. Las lesiones ocurrieron cuando las tapas de las botellas salieron disparadas y golpearon la cara de los usuarios.
Un diseño “sostenible” que resultó peligroso
Las botellas afectadas corresponden al modelo 83-662 y se promocionaban como una alternativa “ecológica” al plástico. Sin embargo, esta tendencia de sustituir plásticos por metales no siempre se basa en análisis técnicos rigurosos.
Según la Comisión de Seguridad de Productos al Consumidor de Estados Unidos (CPSC), las botellas representan un “grave riesgo de impacto y laceración”, especialmente cuando contienen bebidas fermentadas o carbonatadas.
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💡¿Sustituir el plástico es siempre la mejor opción?
Este caso evidencia una problemática creciente: reemplazar plásticos por otros materiales considerados “más sostenibles” sin un análisis de ciclo de vida (LCA) y sin pruebas de seguridad exhaustivas puede tener consecuencias graves.
Aunque el acero inoxidable y el aluminio suelen percibirse como alternativas más ecológicas, presentan varios desafíos:
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Mayor consumo energético en su producción
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Emisiones más elevadas durante el transporte, debido a su peso
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Menor reciclabilidad efectiva en envases pequeños
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Riesgos físicos para el consumidor, como el demostrado en este caso
✅ ¿Qué materiales son realmente seguros y sostenibles?
Expertos en análisis de ciclo de vida coinciden en que la sostenibilidad real depende del desempeño del material durante todo su ciclo de vida, y no únicamente de su apariencia “ecológica”.
Alternativas recomendadas para envases sostenibles
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Plásticos reciclados certificados, que reducen el consumo de recursos vírgenes y mantienen ligereza y seguridad.
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Bioplásticos compostables, desarrollados para ciertos tipos de envases específicos.
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Vidrio retornable, ideal en sistemas de logística cerrada y controlada.
Al considerar un cambio de material, es clave evaluar no solo el impacto ambiental, sino también la seguridad para el usuario final.
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