Recientemente, Reino Unido se sumó a la ya larga lista de países que han emitido prohibiciones del plástico, principalmente de artículos de un solo uso como platos, bandejas, cubiertos, bolsas, entre otros. Mientras muchos celebran estas medidas, muchos otros se preguntan ¿realmente funciona la prohibición?
En estos momentos no se cuentan con estudios estrictos que muestren la efectividad de las prohibiciones del plástico para proteger el medio ambiente y reducir la contaminación. Se estima que los plásticos de solo uso representan alrededor del 40% de todos los plásticos fabricados en el mundo y se espera que la producción de plásticos se duplique ante la demanda global de este material.
Algunas consideraciones
La Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido publicó un informe en 2011 que muestra que el impacto de la huella de carbono del papel, el plástico reutilizable y las bolsas de algodón es mayor que el de las bolsas de plástico de un solo uso cuando se considera la producción, el uso y la eliminación de cada una. Según el informe, una bolsa de algodón necesitaría usarse 131 veces para tener un menor efecto sobre el clima.
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De igual forma, un estudio elaborado por un investigador de la Universidad de Sydney encontró que la prohibición de las bolsas en California condujo a un aumento moderado en el uso de bolsas de papel y empujó a algunos clientes a comprar bolsas de plástico más gruesas. Las bolsas más gruesas se compraron para reemplazar el uso secundario de bolsas de plástico gratuitas de un solo uso como bolsas de basura o para recoger los desechos de las mascotas. El estudio informó que el 28,5 % del plástico reducido a través de la prohibición de las bolsas se compensó al cambiar el consumo a otras bolsas.
Un problema de gestión de residuos
El plástico es un material económico, liviano, flexible, duradero, impermeable y estéril. Durante casi un siglo, ha sido piedra de toque para el desarrollo de avances en dispositivos médicos, electrodomésticos, plomería, muebles, empaques, almacenamiento de alimentos y más.
La vida moderna parece impensable sin el plástico, pero la pobre gestión de sus residuos ha generado una problemática mundial. Aun así, para muchos expertos, las prohibiciones del plástico conllevan mayores afectaciones que beneficios.
Peter Shawn Taylor, editor de C2CJournal.ca, por ejemplo, advirtió hace poco que la prohibición en Canadá significará mayores precios, menos empleos, más basura y mayor huella ambiental. Por supuesto, si bien las prohibiciones del plástico no parecen ser la respuesta, esto no quiere decir que no se deban tomar acciones para reducir la contaminación por plásticos en el mundo, pero quizá sea tiempo de tomar otro enfoque para hacer frente a este desafío.
