Para la multinacional Sandvik Coromant, el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social, son de los temas más relevantes dentro de su agenda de compromisos de los últimos años, por lo cual, desde inicios del 2019, en alianza con Fundación Markoptic, la compañía decidió donar un porcentaje de sus ventas de carburo de tungsteno, para el desarrollo de dispositivos médicos para personas con discapacidad.
«Continuar y reforzar esta iniciativa es sin duda un reto que estamos dispuestos a enfrentar de la mano de Fundación Markoptic. La firma estará siempre comprometida con el tratamiento adecuado y responsable de los deshechos producidos«, destacó Cynthia Candelas, especialista en marketing de Sandvik Coromant México.
Experta en herramientas de corte y soluciones para el mecanizado con más de 3,100 patentes en todo el mundo, la empresa cuenta con una fuerza laboral de 8,500 personas y tiene presencia en 150 países.
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