BASF, SABIC y Linde firmaron un acuerdo conjunto para desarrollar y probar soluciones en hornos de craqueo térmico eléctricos de vapor. Las empresas trabajan en conceptos para utilizar energía renovable en lugar de gas de combustible fósil, que normalmente se usa en los procesos de calentamiento.
Los hornos de craqueo térmico de vapor juegan un papel importante en la producción de sustancias químicas básicas y requieren de una significativa cantidad de energía para romper los hidrocarburos en olefinas y aromáticos. Comúnmente la reacción se realiza a temperaturas de aproximadamente 850 °C en los hornos. Actualmente, esas temperaturas se alcanzan quemando combustibles fósiles.
Un primer horno de craqueo térmico y eléctrico de vapor reduciría las emisiones de CO2 utilizando electricidad para el proceso. Al utilizar electricidad de fuentes renovables, esta tecnología tiene el potencial para reducir las emisiones de CO2 en alrededor del 90%.
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Por el momento, BASF y SABIC ya han combinado su know-how y su propiedad intelectual para desarrollar procesos químicos de manera conjunta; gracias a su amplia experiencia y conocimiento en la construcción de tecnologías para hornos de craqueo térmico de vapor e impulsando su futura comercialización en la industria.
Las empresas colaboradoras solicitaron apoyo económico al Fondo para la Innovación de la Unión Europea y el programa de fondeo a la Descarbonización en la Industria (nuevo programa del Ministerio Federal Alemán para el Medioambiente). Los socios están evaluando la construcción de una planta piloto multi mega watt en las instalaciones de BASF en Ludwigshafen, Alemania, con el objetivo de arrancar a partir del 2023, sujeto a una aprobación financiera.
