La maquinaria para moldeo de plásticos ha visto avances significativos en eficiencia energética y automatización. En comparación con las máquinas hidráulicas tradicionales, las máquinas de inyección eléctricas, por ejemplo, ofrecen mayor precisión, eficiencia energética y menor impacto ambiental.
Por su parte, las inyectoras híbridas se están posicionando cada vez más, debido a que combinan lo mejor de ambos mundos, utilizando tanto tecnología eléctrica como hidráulica para proporcionar una solución eficiente y versátil.
Estas máquinas se proyectan para la producción de piezas que requieren alta tasa de inyección, máxima precisión y ciclos ultrarrápidos, con menor consumo de energía en comparación con las máquinas solamente hidráulicas.
Además, dentro de la industria del plástico existe un enfoque creciente en la sostenibilidad, lo que impulsa la innovación en maquinarias que pueden procesar materiales reciclados o bioplásticos, aunado al ahorro de energía. Esto está en línea con las regulaciones globales cada vez más estrictas sobre reducción de residuos y reciclaje.
En el ámbito global, las regiones en desarrollo, sobre todo en Asia y África, están experimentando un rápido crecimiento en la demanda de productos de plástico debido a la urbanización y al aumento del consumo, lo que ha conducido a una expansión de las instalaciones de producción de plástico y, por ende, a un aumento en la demanda de maquinaria para moldeo.
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Por supuesto, factores como las fluctuaciones en el precio del petróleo, las guerras comerciales y las pandemias han afectado a la industria del moldeo de plásticos. Estas condiciones inquietan no solo los costos de producción y la logística, sino también la demanda de productos plásticos y, en consecuencia, la de maquinaria para moldeo.
Eventos como NPE (National Plastics Exhibition) en Estados Unidos y la Feria K en Alemania son cruciales para la industria, donde se presentan las últimas innovaciones en maquinaria y se realizan negocios a nivel internacional. Estos eventos son, además, un termómetro de las tendencias y el estado de la industria.
Vida útil promedio
Determinar por país la antigüedad promedio de los equipos de moldeo de plásticos que están operando actualmente resulta complejo, ya que, a nivel global, esta información no se recopila de manera uniforme y puede variar significativamente de una región a otra, dependiendo de varios factores, como la inversión industrial, las políticas de renovación tecnológica, y la disponibilidad de datos específicos del sector.
Sin embargo, presentamos a continuación una visión general basada en tendencias comunes y prácticas industriales observadas en algunos países líderes en la producción de plástico.
Alemania y Japón son países que suelen estar a la vanguardia en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías y tienen políticas industriales que favorecen la modernización y la eficiencia energética. Las empresas en estas naciones, para mantenerse competitivas, tienden a actualizar sus equipos con más frecuencia, lo que sugiere una antigüedad promedio más baja de los equipos; quizás en el rango de 5 a 10 años.
Estados Unidos, cuenta con una gran base de manufactura, y la antigüedad de los equipos en este país puede ser muy diversa. Las grandes corporaciones mantienen equipos más nuevos debido a programas de reinversión continua, pero las empresas pequeñas y medianas, debido a los altos costos de renovación, suelen operar máquinas de hasta 15-20 años.
En las dos décadas recientes, China ha experimentado un rápido crecimiento en su capacidad de manufactura, lo que implica que muchos de sus equipos sean relativamente nuevos. Sin embargo, también es común encontrar equipos más antiguos aún en uso, especialmente en fábricas más pequeñas o menos capitalizadas.
La antigüedad promedio podría oscilar en el rango de 10 a 15 años. También llama la atención que un gran porcentaje de las empresas que participan en sectores de alta tecnología, como el automotriz, médico y eléctrico electrónico, aprovechan equipos de moldeo de procedencia extranjera, principalmente Alemania y Japón.
Italia y Taiwán, por su lado, son importantes productores de maquinaria y componentes industriales, incluyendo los destinados al moldeo de plásticos. Ambos países también tienden a tener políticas de actualización tecnológica activas, sugiriendo una antigüedad promedio en el rango de 10 años.
En naciones con industrias emergentes, como México y algunas otras de América Latina, África, y Asia (fuera de China y Japón), es más probable encontrar maquinaria más antigua en operación debido a limitaciones de capital y a un menor acceso a las últimas tecnologías. En estos lugares, no es raro encontrar equipos con más de 20 años de antigüedad.
Resiliencia en tiempos de contracorriente
En medio del bullicio de las elecciones gubernamentales en México, las empresas de transformación enfrentan retos y oportunidades. Las empresas transnacionales que realizan transacciones en dólares están evaluando el impacto de un contexto económico donde el dólar se devalúa frente a un peso mexicano fortalecido. Este fenómeno se vuelve particularmente relevante al considerar la importación de maquinaria para la industria del plástico.
Las empresas podrían estar viendo una oportunidad dorada. El poder adquisitivo elevado del peso hace que la importación de esta tecnología avanzada sea más económica, lo que podría estimular la modernización de equipos y la adopción de nuevas tecnologías. Esto, a su vez, podría fomentar la competitividad de las empresas nacionales en los mercados internacionales.
Sin embargo, las empresas exportadoras -que venden sus productos en dólares- están encontrando una disminución en la rentabilidad debido a la conversión desfavorable de divisas.
Aquí, el debate político se torna esencial, ya que las políticas económicas que resulten de las elecciones influirán en la estabilidad y en las proyecciones a largo plazo del tipo de cambio.
En el escenario macroeconómico, la importación de maquinaria de moldeo de plástico a costos reducidos podría contribuir a un balance comercial más favorable. No obstante, los políticos deben mostrar cautela al considerar el impacto que su legislación tendrá en la industria exportadora, vital para la economía del país.
La situación monetaria se convierte en un telón de fondo para las promesas de campaña electoral y las plataformas políticas. Los inversionistas internacionales y las empresas observan con lupa, anticipando cambios en las políticas que podrían reconfigurar tanto el panorama económico como el industrial.
Ante ello, las ventas del primer trimestre del año se han desacelerado en espera de información más nítida. Es esencial que las empresas del sector permanezcan ágiles, adaptándose a la volatilidad de la moneda y a las promesas electorales que podrían afectar en los próximos años la economía del país.
En un informe de la Asociación de Maquinaria de Plásticos y Caucho (VDMA), de junio de 2023, se presentó un panorama mixto para los fabricantes alemanes de maquinaria de plásticos y caucho al cerrar el año 2022 con un aumento del 10% en su facturación ajustada por precios, y un 18% en términos nominales.
Sin embargo, las perspectivas futuras se exponen como moderadas, aunque los libros de pedidos están relativamente llenos (lo que sugería que 2023 podría ser un año comparativamente bueno en ventas); de hecho, las expectativas para 2024 y más allá fueron reservadas.
Thorsten Kühmann, director gerente de la Asociación, señala una caída significativa en nuevos pedidos, con una reducción ajustada por precios del 13% el año 2023 y un 33% en el primer trimestre de 2023. Lo que indica que habrá menos pedidos que procesar y convertir en ventas para 2024: “La demanda probablemente no mejorará a corto plazo, dada la combinación de bajo crecimiento, alta inflación y altas tasas de interés que caracterizan al clima económico global”.
A pesar de estos desafíos, la Asociación anticipa oportunidades de crecimiento en sectores como el embalaje y la e-movilidad, especialmente en China donde la electrificación de vehículos avanza sin reposo. Además, enfatiza la necesidad de que la industria continúe su transformación hacia una economía circular, enfrentando los retos de la descarbonización.
Ante ello, la Asociación ha establecido un curso de acción centrado en áreas clave, como el reclutamiento de jóvenes talentos y la promoción de la economía circular. En ese sentido destaca además la digitalización como una herramienta crucial para aumentar la eficiencia de los recursos y avanzar hacia una producción neutra en carbono. Además, la digitalización, que favorece operaciones más automatizadas, puede ayudar a aliviar la escasez de trabajadores más capacitados y dar tiempo a formarlos.
Perturbaciones económicas y laborales
Este informe subraya no nada más los desafíos actuales que enfrenta la industria de maquinaria para plásticos y caucho, sino también las estrategias proactivas que están siendo implementadas para navegar y capitalizar en un entorno económico complejo y en constante cambio.
La última previsión de producción emitida por la VDMA ofrece una perspectiva sombría para la segunda mitad de 2023. Una economía global débil y la escasez de nuevos pedidos están afectando con muchos negativos al sector de la ingeniería mecánica orientado a la exportación.
Sus estimaciones revelaron que la producción en este sector disminuyó un 2% en términos reales para 2023, en comparación con el año anterior, debido sobre todo a una disminución significativa en la entrada de pedidos, que fue un 14% menor hasta julio, en comparación con 2022.
A pesar de la caída de los pedidos -y las proyecciones negativas-, algunos indicadores del sector siguen mostrando fortaleza, como una alta tasa de utilización de la capacidad y un aumento leve en el empleo en la fuerza laboral.
No obstante, no se prevén mejoras a corto plazo debido a que perdura un contexto global desalentador con factores como la inflación -que no cede-, las políticas monetarias restrictivas de los principales bancos centrales, la guerra en Ucrania y en Medio Oriente y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.
Desde otro ángulo, algunas empresas ya implementaron el mecanismo “Kurzarbeit”, que traducido del alemán significa «trabajo a corto plazo», el cual es un sistema en Alemania que permite reducir temporalmente las horas de trabajo a las empresas durante períodos de crisis económica sin tener que despedir a los empleados.
Este mecanismo no nada más ayuda a las empresas a reducir costos de manera efectiva, sino que también permite a los trabajadores retener sus puestos de trabajo y recibir una compensación por parte del estado por las horas no trabajadas.
Dicho sistema ha sido crucial para estabilizar el empleo y permitir que las empresas mantengan una fuerza laboral capacitada durante períodos de baja demanda.
El uso de Kurzarbeit por parte de las empresas de maquinaria para plásticos en Alemania en este período se debe a los efectos combinados de la guerra en Ucrania y los conflictos en el Medio Oriente, que han contribuido a la inestabilidad económica global y a una inflación elevada.
Estos factores han disminuido la demanda de maquinaria tanto en Europa como en Asia y han creado incertidumbre en los mercados internacionales, lo que ha impactado directamente en las operaciones y la planificación estratégica de las empresas del sector.
La implementación de Kurzarbeit es un indicativo de los desafíos que enfrentan las empresas, pero también demuestra la resiliencia y la capacidad de adaptación del sector frente a adversidades globales. Al mismo tiempo, subraya la importancia de las políticas gubernamentales que apoyan tanto a las empresas como a los trabajadores en tiempos de crisis económica.