Plásticos, los protagonistas de nuestra era, por Mónica Conde, Coordinadora. México, Ambiente Plástico, 2020. 252 págs.
En cada una de sus páginas, este rico libro, que es un dulce para los ojos por los colores tan acaramelados, vivos y luminosos, y por su ágil diseño, comenta de manera amena y breve cómo llegaron a nuestra vida cotidiana cada uno de los 50 plásticos más importantes del mercado; describe cómo son y cómo se diferencian unos de otros (por familias) y proyecta cómo evolucionaron hasta convertirse en indispensables. Al mismo tiempo, corrobora con cada vuelta de hoja que ya no cabe pensar en cómo sería el mundo que conocemos sin estos maravillosos materiales.
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Los 50 plásticos más importantes se ordenan como en una tabla periódica, donde se incluye el análisis de cada uno de ellos y se destacan ciertas propiedades que los distinguen, sobre todo, su protagonismo, es decir, el volumen de consumo que representan en el mercado. Eso ayuda a hacer más fácil la tarea de conocerlos e identificar a cada grupo con un color distinto.
El análisis de cada plástico se concentra en cuatro páginas. En una, va el nombre, su acrónimo y su fórmula química. Se describe su origen, las propiedades que lo caracterizan y las aplicaciones en donde podemos encontrarlos, las cuales se visualizan con una generosa cantidad de imágenes. En otra se indica el lugar que ocupa en la tabla y su comportamiento térmico. En otro espacio se habla de su reciclabilidad, y de otros datos curiosos que lo harán amar a los plásticos.
Y a propósito de ese amor, en su introducción, el libro deja muy en claro lo equivocada que está la opinión pública con odiar a las bolsas, a los popotes y en general a los plásticos. La imagen de estos materiales se ha vuelto tan negativa en la sociedad contemporánea que parecen ideados por diablos y no por científicos bienintencionados; con base a rumores y verdades a medias, las redes sociales, los medios y algunos políticos han deformado la imagen del plástico y se han encargado de esparcir equívocos y desinformación de manera imprudente, ya que está comprobado que los plásticos son más amigables con el medio ambiente, que los materiales con los que quieren remplazarlos, lo cual, de hacerlo, implicaría utilizar de 3 a 4 veces más cantidad del material que lo sustituya y más recursos escasos, como, por ejemplo, agua.
No se pierda este estupendo libro que, como en toda la comunidad del plástico, suscriptores y amigos, ya están acomodándolos en su biblioteca, al lado de sus libros preferidos.
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