Los plásticos desempeñan un papel clave en la Agricultura, porque proporcionan soluciones innovadoras que han ido cambiando las múltiples prácticas agrícolas. Desde el uso de películas plásticas en invernaderos hasta la creación de sistemas de riego eficientes, el plástico ha demostrado su capacidad para mejorar la eficiencia de la producción agrícola y reducir el impacto ambiental.
Cultivos todo el año
La agricultura protegida se realiza sobre todo en invernaderos, túneles o estructuras similares que permiten controlar y proteger las condiciones de cultivo, como la temperatura, la humedad y la exposición a los elementos climáticos adversos.
Aunque la superficie de agricultura protegida no es extensa en relación con la tierra cultivable en general, desempeña un papel importante en la producción de cultivos de alto valor y en la producción fuera de temporada.
Uno de los principales beneficios de los plásticos en la agricultura es su capacidad para conservar recursos naturales esenciales, como el agua y los nutrientes del suelo.
Los sistemas de riego por goteo, que utilizan tuberías de plástico, permiten una distribución precisa del agua, minimizan las pérdidas por evaporación y aseguran que las plantas reciban la cantidad apropiada de riego.
Esto no solo optimiza el uso del agua, un recurso cada vez más escaso, sino que también reduce la necesidad de fertilizantes y productos químicos, ya que se pueden aplicar de modo directo mediante el sistema de riego.
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Además, el uso de películas plásticas en la agricultura protege los cultivos de las inclemencias del clima y de las plagas, lo que permite un mejor control del entorno de crecimiento.
Las películas plásticas actúan como una barrera física; evitan la evaporación excesiva del agua, reducen la erosión del suelo y protegen las plantas de enfermedades y plagas.
Esto no solo aumenta la calidad y la cantidad de los cultivos, sino que también disminuye la necesidad de pesticidas y herbicidas químicos, lo que contribuye a una agricultura más ecológica y saludable.
En este sentido, Martín Rojas, ingeniero de Investigación, Desarrollo y Nuevos Productos en EPA, da testimonio de la transformación que la producción, desarrollo y comercialización de películas plásticas especializadas para el campo, ha tenido desde que irrumpieron en México, en 1993.
Al directivo, también académico en la Universidad de Guadalajara, le tocó en la década de 1990 enseñar a los usuarios lo que el sector agrícola conoce hoy sobre las bondades del plástico en la agricultura.
Y es que, partiendo de cero, a falta de información, “se tenían que destacar en México los beneficios que el sector agrícola obtiene con el uso de las películas plásticas”, cuya demanda, se fue alineando “a nuevos requerimientos y aplicaciones más específicas”.
Sin embargo, es importante reconocer que el uso de plásticos en la agricultura presenta desafíos y riesgos ambientales.
La gestión adecuada de los residuos plásticos agrícolas es fundamental para prevenir la contaminación y minimizar los impactos negativos en los ecosistemas.
Es esencial promover prácticas de recolección, reciclaje y reutilización de estos materiales, así como fomentar la investigación y el desarrollo de plásticos biodegradables y compostables diseñados específicamente para su uso en la agricultura.
De ahí la importancia del análisis puntual para determinar propiedades de los plásticos que se van a utilizar, así como la capacitación para producir películas para invernadero, acolchado, películas para sistemas de riego, o películas no tejidas para aplicaciones de cubiertas flotantes, entre otras, a través de los diferentes procesos especializados de transformación de plásticos, como refiere Jesús Olivo Padilla, investigador del Departamento de Procesos de Transformación de Plásticos, en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA).
A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, es fundamental encontrar un equilibrio entre la necesidad de reducir el uso de plásticos y el reconocimiento de sus beneficios en la agricultura.
En lugar de descartar sin distinción los plásticos en este sector, debemos enfocarnos en la innovación y la adopción de prácticas más responsables.
La colaboración entre la industria, los agricultores, los gobiernos y los científicos es fundamental para encontrar soluciones que minimicen el impacto ambiental y promuevan una agricultura sostenible.
«México: Un Gigante Agrícola en la Escena Mundial»
México ocupa un lugar sobresaliente a nivel mundial en la producción agrícola. El país cuenta con una gran diversidad de climas y una extensa superficie de tierras cultivables, lo que le permite producir una amplia variedad de productos agrícolas.
En términos de producción total, México se encuentra entre los principales países productores de alimentos a nivel mundial.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), México se sitúa entre los primeros 10 países en términos de producción de varios cultivos, como maíz, aguacate, fresa, limón, caña de azúcar, sandía y otros productos hortícolas.
México se destaca en la producción de hortalizas y frutas, como tomate, chile, pepino, cebolla, aguacate, mango, plátano y berries. Estos productos, debido a su calidad y sabor, tienen una gran demanda tanto a nivel nacional como internacional.
De acuerdo con el documento “Expectativas Agroalimentarias 2023”, publicado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el año agrícola 2022 registró en México un incremento del 1% en la producción, alcanzando 297.6 millones de toneladas.
En términos de valor, representó 1.4 billones de pesos, un crecimiento del 7.2% en comparación con el año anterior.