Alumnos del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), en Jalisco, utilizaron la cáscara de huevo como materia prima para la fabricación de plástico ecológico derivado de su proyecto titulado Polei, el cual tiene como objetivo la fabricación de vasos, platos, cubiertos y macetas biodegradables, las últimas, aptas para utilizarse en invernaderos y viveros, pues el huevo funciona también como fertilizante orgánico.
Capaz de biodegradarse en menos de 2 semanas, el plástico obtenido por los estudiantes Katia García y Luis Enrique Orozco, es la combinación de cinco ingredientes, entre ellos el cascarón de huevo, que proporciona una firmeza comparable con el unicel.
A decir de CUAltos, el proceso resulta económico, pues cada porción necesaria para hacer un plato desechable o maceta, cuesta cerca de sesenta centavos; los alumnos ven factible poder industrializar el proceso y bajar aún más los costos.
El proyecto nació hace dos años a raíz de la Feria Internacional del Huevo, realizada en Tepatitlán, Jalisco, pues esta región se caracteriza por su alta producción nacional. Finalmente, los estudiantes están interesados en conseguir la maquinaria adecuada para utilizar los desperdicios de la región, con los cuales podrían producirse hasta 6 mil piezas diarias del producto.
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