En un mundo que ahora apuesta por soluciones sostenibles, el reciclaje de plásticos refleja una industria en constante evolución que enfrenta desafíos, pero también nuevas oportunidades y más aceptación. Los plásticos reciclados, aunque transitan por un camino zigzagueante, continúan ampliando su espacio en el escenario industrial, y muestran así que la sostenibilidad y la innovación pueden, y deben, ir de la mano.
Evolución y desafíos
La historia del reciclaje de plásticos se remonta a principios del siglo XX, cuando se comenzaron a desarrollar los primeros plásticos sintéticos. A medida que la producción de plásticos se ensanchaba, en consonancia también lo hacía la preocupación por el impacto ambiental de los desechos plásticos.
En la década de 1970 aparecieron los primeros programas de reciclaje de plásticos como respuesta a la creciente conciencia sobre la contaminación y la cada vez más urgente necesidad de reducir los desechos. Estos programas se enfocaron principalmente en la recolección y el reciclaje de las botellas de PET (Polietilén Tereftalato) que se emplean sobre todo para envasar refrescos y agua.
En las décadas siguientes, el reciclaje de plásticos se expandió y, en consecuencia, se diversificó. Para clasificar, limpiar y procesar diferentes tipos de plásticos se desarrollaron tecnologías más avanzadas y se establecieron sistemas de recolección y reciclaje más eficientes, tanto a nivel doméstico como industrial.
A medida que aumentaba la conciencia sobre la importancia del reciclaje de plásticos, se implementaron políticas y regulaciones que incentivaron, y que, inclusive, intentan obligar a las empresas a utilizar plásticos reciclados en sus productos.
En los últimos años, el reciclaje de plásticos ha enfrentado desafíos, como la falta de infraestructura adecuada, la contaminación de los desechos plásticos y la falta de conciencia y participación de los consumidores. No hay educación. Sin embargo, también hay avances significativos en la tecnología de reciclaje y una mayor conciencia pública sobre la importancia de reducir los desechos plásticos y promover la economía circular.
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En la actualidad, el reciclaje de plásticos continúa evolucionando y se están explorando nuevas tecnologías, como el reciclaje químico o el reciclaje a través de enzimas. Además, la adopción de tecnologías, como la espectroscopía infrarroja cercana y los sistemas robóticos, han mejorado la clasificación y la identificación de diferentes tipos de plásticos, lo que es crucial para un reciclaje efectivo.
Asimismo, se están explorando tecnologías para rastrear y monitorear el ciclo de vida del plástico que promueven la transparencia y la responsabilidad en la cadena de suministro de reciclaje.
Por otro lado, para abordar los desafíos y maximizar la recuperación de materiales plásticos en el futuro, ya está en marcha el desarrollo de nuevos polímeros diseñados para un mejor reciclaje, así como plantas de reciclaje modular y móvil que permite una mayor flexibilidad y capacidad para reciclar plásticos en diferentes lugares.
Estas innovaciones y avances en la tecnología de reciclaje ayudan a enfrentar el desafío global de la gestión de residuos plásticos y a moverse hacia un régimen más sostenible de dichos recursos.
Trayectorias divergentes: Plástico virgen vs reciclado
La industria de la producción de resinas plásticas y la industria del reciclaje de plásticos han seguido trayectorias de crecimiento divergentes, aunque están relacionadas intrínsecamente debido a la naturaleza de los materiales que manejan.
Impulsada por el descubrimiento y desarrollo del gas de esquisto en los Estados Unidos, la dinámica de la industria petroquímica experimentó un cambio significativo después de 2010, lo que condujo a un aumento en la inversión de plantas productoras de plásticos, revirtiendo la tendencia de la década anterior donde las instalaciones estaban cerrando debido a recursos caros de materia prima. Como resultado, hubo una inversión masiva de capital en la cadena de valor energética y petroquímica, la cual impulsó inversiones en la infraestructura logística y de exportación de plásticos y otros productos químicos asociados.
En contraste, la creciente conciencia ambiental ha originado normas, leyes y regulaciones más estrictas sobre el uso de plásticos, pero, en cierta medida, genera tensión con la creciente producción de plásticos. No obstante, tras varios años de “incentivos verdes”, las grandes empresas petroquímicas también están ingresando al reciclaje de plástico a través de asociaciones y alianzas estratégicas.
Mercado mundial
En 2022, el consumo mundial de resinas plásticas alcanzó los 400 millones de toneladas, con un valor de más de 731 mil millones de dólares, proyectándose un crecimiento con una tasa compuesta anual del 4.5% del 2023 hasta 2030.
Desde otro ángulo, distintos informes publicados reportan que el tamaño del mercado global de plásticos reciclados está valorado entre 50 y 70 mil millones de dólares en 2023, y se proyecta que alcance de 90 a 120 mil millones para 2030, creciendo a una tasa entre 7 y 9% hasta 2030.
El volumen de plásticos reciclados posconsumo por métodos mecánicos, según datos del reporte “Plastics – the fast Facts 2023”, de Plastics Europe, asciende a 35.5 Mton en el 2022, y el reciclaje químico aporta apenas unas 100 mil toneladas.
Durante las últimas décadas hubo un enorme esfuerzo para incrementar las tasas de reciclaje en todo el mundo, y una de las regiones que mejor desempeño ha tenido en este aspecto fue Europa. Cabe citar que Alemania es el país con la tasa de reciclaje más alta a nivel global, ya que recicla más o menos el 56% de todos los residuos que produce. Este liderazgo no siempre fue así; en 1990, Alemania llevó a cabo una auditoría exhaustiva de sus sistemas de gestión de residuos y reciclaje, resultando en una revisión completa de estos sistemas para incrementar la porción de residuos reciclados. Otro país europeo aplicado en dar resultados en reciclaje es Austria, ocupando el segundo lugar a nivel mundial con una tasa de reciclaje del 54%.
En contraste, Estados Unidos no recicla tanto como otros países. La estimación de la cantidad total de residuos reciclados en ese país es desafiante, debido a que el reciclaje se gestiona a nivel estatal y no hay muchas regulaciones federales al respecto. Algunos estados tienen un desempeño mucho mejor en reciclaje que otros, y no siempre los materiales depositados en contenedores de reciclaje terminan siendo reciclados.
Aunque Europa está más asociada con el reciclaje, hay países en Asia, como Corea del Sur, que también tienen tasas de reciclaje altas y cuenta con varias empresas privadas exitosas que recolectan, reciclan y venden residuos. Además, hay presión por parte de China, país que ha estado revolucionando su sistema de reciclaje, lo que ha incentivado a las empresas surcoreanas a mantenerse a la par. En 2022, Corea del Sur recicló el 67.1% de sus residuos, colocándose en la posición más alta a nivel global en términos de reciclaje.
Por tipo de plástico, el Polietilén Tereftalato reciclado (rPET) es el más evolucionado debido a su alta tasa de reciclabilidad y a la demanda del mercado. El rPET se utiliza ampliamente en envases de alimentos y bebidas, textiles y otros productos.
La infraestructura de reciclaje para este polímero está más desarrollada, ya que incluyen tecnologías de reciclaje mecánico y químico que permiten una recuperación eficiente. En contraste, otros plásticos -como el Polietileno de Baja Densidad (LDPE) o el Polipropileno (PP)- pueden enfrentar desafíos como la falta de sistemas de clasificación eficaces y la menor demanda del mercado para los materiales reciclados.
Mercado mexicano
El mercado mexicano de reciclaje de plásticos posconsumo logra el 16% del consumo, según investigación propia de Ambiente Plástico…, y está creciendo a una tasa saludable, de acuerdo con distintos jugadores.
El rPET ha alcanzado un alto nivel de madurez, con una tasa de reciclado del 61%, lo que ha llevado a una estabilización de los precios PET, algo que no ocurre en el reciclaje de poliolefinas en general, particularmente cuando hablamos del posconsumo de PE o PP.
Esto, en gran parte, se debe a razones tecnológicas, y por una cadena de valor en la recuperación de las poliolefinas posindustriales que camina muy por detrás del PET, no obstante, en México existen importantes firmas que reciclan estos materiales, tanto rígidos como flexibles de origen posconsumo y posindustrial.
En este sentido, José Luis Pérez, director nacional de Ventas en EREMA, destaca que México sobresale como un mercado maduro en el reciclaje de PET, en relación con otros países de Latinoamérica. “Incluso en comparación con América en su conjunto, México lidera el camino con su enfoque en la calidad y selección de residuos plásticos. Las pacas que llegan a la planta están mejor seleccionadas y contienen materiales plásticos de mayor calidad, superando incluso a lo que se acopia en Europa”.
Por su parte, Agustín Menéndez Reyes, gerente de Asuntos Corporativos de Bepensa, señala que el volumen de resina reciclada grado alimenticio requerido cada año por las empresas para la elaboración de envases rígidos de rPET es variable y depende de la demanda de productos que utilizan este material. El directivo destaca que la economía circular ha logrado avances significativos en tecnología, reduciendo las emisiones de CO2 en un 93% en comparación con la producción de resina virgen, lo que subraya la viabilidad de un enfoque más sustentable en el mundo.
La industria del reciclaje en México ofrece oportunidades que van más allá de las grandes corporaciones, alcanzando también a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs). En este ámbito, han surgido PyMEs que incursionan en el reciclaje posindustrial de plásticos de ingeniería, un terreno que demanda equipos y procesos especiales, además de lidiar con la disponibilidad limitada de materiales plásticos de esta fuente.
Un ejemplo es Pimsa, una empresa familiar con sede en Querétaro, con una capacidad de producción de 1.1 ton/mes y que en la actualidad también exporta parte de sus materiales reciclados. Para llegar a este punto, tuvo antes que hacer los ajustes necesarios, asumir retos y enfrentarlos, explica Luis Benítez Soto, director general de la compañía, y añade que “el 70% de su producción se compone de resinas como PP, ABS y Policarbonatos”.
Dinámica de precios
En el año 2021, la industria de resinas plásticas recicladas en México comenzó a dibujar un panorama prometedor, desafiando la hegemonía de la resina virgen que, debido a la disrupción en las cadenas de suministro, mantenía precios elevados.
Su notorio impulso resistió, incluso, el embate de la pandemia, marcando un comienzo optimista para 2022. La demanda de resina reciclada no sólo se mantenía, sino que parecía tener un pulso propio, palpable en los precios que subían al ritmo de un ‘eco verde’ en el mercado. De hecho, inició la operación de nuevas plantas expandiendo el horizonte de lo que la resina reciclada podía ofrecer.
Hacia finales de 2022 y comienzos del 2023, la resina virgen volvía a ser el centro de atención, luego de haber experimentado la caída en sus precios provocada por el exceso de oferta y por la desaceleración en la demanda, aunado al tipo de cambio del peso frente al dólar en nuestro país. Esta situación hizo que muchos voltearan de nuevo a considerar la resina virgen, en busca de ventajas competitivas en costos, como lo relata Javier Salinas, MBA | Post-Consumer Recycled (PCR) Commercial Coordinator en Braskem Idesa.
Este giro pareció lanzar una sombra sobre la industria del reciclaje, retrasando metas de sostenibilidad previstas para 2025 y poniendo en pausa proyectos ambiciosos. El efecto no sólo se sintió en México y Estados Unidos, sino que repercutió en todo el mundo, dejando a las empresas recicladoras con altos inventarios. La urgencia de liquidez llevó a muchas empresas recicladoras a rebajar precios y buscar deshacerse de inventarios para mantenerse a flote.
A pesar de los embates, el mercado aparenta mostrar signos de reactivación con los precios de la resina virgen ascendiendo de nuevo. «La cadena empieza a reactivarse lentamente, aunque la demora ha impactado en los proyectos, y muchos piensan en lanzarlos en enero. Parece que el cierre del año podría no cumplir con las proyecciones de reciclado para 2023», estima Javier Salinas.
En este sentido, Iván Trillo, líder de Soluciones Circulares y Renovables en The Dow Chemical Company, comenta que “los costos ambientales y sociales asociados a la producción de plásticos vírgenes no siempre se reflejan en los precios, un factor que puede inclinar la balanza a favor de los plásticos reciclados”.
A pesar de los desafíos iniciales en costos de producción y calidad del material, los plásticos reciclados están emergiendo como una opción más efectiva a largo plazo. “Las tendencias hacia la sostenibilidad y las mejoras tecnológicas están redefiniendo el panorama, resaltando la relevancia de una gestión de plásticos más sostenible y responsable. No obstante, actualmente la competitividad del reciclaje frente al uso de resina virgen se mantiene en una posición compleja”.
Por fortuna, se distingue una evolución en la aceptación de la resina reciclada. Más propietarios de marcas y transformadores están dispuestos a incorporar el uso de resina reciclada, aceptando ciertas pérdidas en propiedades en algún punto de su proceso.
¿Plástico o papel?
En respuesta a la creciente preocupación por el impacto ambiental de los plásticos, particularmente envases, muchas marcas están adoptando supuestas alternativas más sostenibles y eco amigables. En realidad, la opción más viable para este objetivo incluye el uso de materiales reciclables, pero también proliferan intentos para utilizar envases con materiales biodegradables o compostables, así como iniciativas para la reducción del uso de plásticos de un solo uso. En este sentido, por desgracia se están cometiendo grandes errores al intentar sustituir plásticos por otros materiales como papel, vidrio o metal.
Al evaluar alternativas al plástico, es esencial considerar el ciclo de vida completo del material, desde la extracción de recursos hasta la eliminación final. Por ejemplo, algunos materiales, como el vidrio, pueden parecer más sostenibles debido a su capacidad de reciclaje, pero su producción requiere altas temperaturas y grandes cantidades de energía, lo que genera emisiones significativas de gases de efecto invernadero. Además, es un hecho comprobado que demandan más recursos naturales, energía y agua en su producción en comparación con el plástico.
En este sentido, los medios de comunicación han hecho creer que las bolsas de papel son una alternativa más sostenible, pero su producción requiere más agua y energía en comparación con las bolsas de plástico. Además, la producción de papel también genera emisiones de gases de efecto invernadero y contribuye a la deforestación si no se obtiene de fuentes sostenibles.
Al sustituir el plástico, es importante considerar la capacidad de reciclaje y gestión de residuos del material alternativo. Por ejemplo, algunos materiales biodegradables, como los bioplásticos, pueden parecer una opción más sostenible, pero su reciclaje puede ser limitado y su descomposición en vertederos puede generar emisiones de metano. Además, si estos materiales se mezclan con plásticos convencionales en el proceso de reciclaje, contaminan el flujo de reciclaje y dificultan la recuperación de materiales valiosos.
Por otro lado, también es importante considerar los impactos en la cadena de suministro y transporte cuando se cambia el plástico por materiales alternativos. Este es el caso del acero y del aluminio, que, por ser más pesados, requieren de más energía para su transporte en comparación con el plástico. Además, su extracción y producción generan impactos ambientales significativos.
Por último, es importante mencionar que, al utilizar productos reutilizables, como las botellas de acero inoxidable o los envases de vidrio, también es posible que se incremente el uso de agua y detergentes o la proliferación de enfermedades infecciosas por un manejo inadecuado, lo que limita el impacto positivo en el medio ambiente.
En caso de considerar sustituir al plástico se debe realizar una evaluación exhaustiva y equilibrada, o bien, desarrollar Análisis de Ciclo de Vida para asegurarse de que se tomen decisiones informadas y se minimice el impacto ambiental. Las marcas deben evaluar con todo cuidado estos factores al seleccionar los envases adecuados para sus productos.
Maquinaria para reciclaje mecánico
El mercado de maquinaria para el reciclaje de plásticos por métodos mecánicos ha experimentado un crecimiento robusto en los últimos años. De acuerdo con diversas fuentes, se estima que este sector generó ingresos en todo el mundo por más de 3,000 millones de dólares en 2022, y se espera que esta tendencia positiva continúe, proyectándose a más de mil millones para 2030, con una tasa de crecimiento de 5 a 6% anual.
A manera de referencia y, aunque no es específico para el reciclaje mecánico, el mercado de maquinaria para procesamiento de plásticos se espera que crezca de 32 mil millones de dólares en 2023 a 39 mil millones en 2028, a una tasa de crecimiento anual del 4.5% durante el período de pronóstico.
Las tecnologías ‘Llave en mano’ para el reciclaje de plásticos se presentan como una solución completa y listas para usar. Estas integran desde la recolección y clasificación de residuos plásticos hasta su procesamiento y transformación en nuevos productos. Con un enfoque en la eficiencia, automatización y sostenibilidad, dichas tecnologías permiten a las empresas y municipios saltar las barreras técnicas y operativas, acelerando la transición hacia una economía circular. Por lo regular, están equipadas con sistemas avanzados de clasificación, trituración y procesamiento, de manera que ofrecen un camino tangible hacia la gestión sostenible de los residuos plásticos.
La incorporación de tecnologías de separación representa un pilar fundamental para aumentar la capacidad de tratamiento y la eficiencia en el proceso integral de reciclaje de plásticos, ya sea mecánico o químico. Estos equipos permiten obtener una mayor pureza en los residuos, lo que se traduce en un aumento en la rentabilidad de los modelos de negocio en la industria del reciclaje.
Natalya Duarte, directora comercial para México de STADLER, menciona que, si bien, la tasa de reciclaje del PET en México es notablemente alta en comparación con otros países, “…aún existe un vasto abanico de plásticos susceptibles de ser reciclados o reintegrados en procesos industriales”.
Sumado a la conversación, TOMRA, otra de las voces con autoridad en la industria del reciclaje a nivel global, agrega que las áreas urbanas tienden a contar con mejores instalaciones de reciclaje y sistemas de recolección, mientras que las zonas rurales pueden tener acceso limitado a servicios de reciclaje, un reto más al que hay que hacer frente, y en el que industria, sociedad y gobierno deben trabajar unidos.
Los avances tecnológicos en maquinaria no cesan y cada vez existen nuevas posibilidades para el reciclaje de residuos plásticos difíciles de procesar y para otros materiales compuestos o altamente contaminados.
Hacia un futuro sustentable
Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México, generamos en el país más de 42 millones de toneladas de desechos al año, lo que equivale a 175 veces el volumen de la Pirámide del Sol en Teotihuacán.
A pesar de los avances en la economía circular, existen desafíos relacionados con las leyes, acuerdos y normativas a nivel global que especifican porcentajes mínimos o máximos de contenido reciclado que deben emplearse en la producción de diversas aplicaciones.
La lista de productos sujetos a estas regulaciones sigue expandiéndose, aunque en ocasiones se pone en pausa temporal el mandato, como sucedió con las bolsas tipo camiseta durante la pandemia, al resultar esta aplicación plástica una herramienta esencial para contener los residuos biológicos infecciosos en los hogares. El rumor de revocaciones presentes y futuras de leyes que sentenciaron al olvido a los llamados “plásticos de un solo uso” ya empieza a sonar fuerte en Europa.
El camino hacia la sustentabilidad en la gestión de residuos es largo y, sin duda, continuará siendo un tema de debate significativo en los próximos años. Habrá mucho de qué hablar, y en este ir y venir por un mundo libre de residuos, las oportunidades de negocio para la industria del reciclaje se proyectan como alentadoras.
El rPET de PetStar
Más de 33 mil 500 millones de botellas son procesadas anualmente en PetStar para regresar como resina reciclada grado alimenticio.
- CRADLE TO CRADLE®. Certificación otorgada por el Cradle to Cradle Products Innovation InstituteTM, siendo la primera y única resina reciclada de PET grado alimenticio certificada a nivel global.
- LEED PLATINUM (Leadership in Energy & Environmental Design). Certificación otorgada por el S. Green Building Council al Museo-Auditorio PetStar y Salón de Usos Múltiples como edificios sustentables.
- OPERATION CLEAN SWEEP BLUE. Iniciativa Internacional para prevenir que los pellets, hojuela y polvo lleguen al ecosistema marino. Certificados Nivel Blue (Primeros en México).
- TRANSPORTE LIMPIO. Otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Reconocimiento a la flotilla por su eficiencia y por ser vehículos amigables con el medio ambiente.
- EXCELENCIA AMBIENTAL. Máximo reconocimiento otorgado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (PROPAEM), a las empresas certificadas con el Nivel de Desempeño Ambiental 2 (NDA2), otorgado a la Planta de Reciclaje en Toluca.
- INDUSTRIA LIMPIA. Certificación ambiental otorgada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) a Planta de Reciclado en Toluca y la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (PROPAEM) por el cumplimiento de la ley y la implementación de buenas prácticas ambientales de la Planta de Reciclaje en Toluca, Planta de Acopio Toluca y Xalostoc.
- ISO 9001. ISO 14001. ISO 22000. ISO 50001. ISO 39001. ISO 45001.
Responsabilidad de todos
Las asociaciones y empresas firmantes del Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México se comprometieron a integrar un 20% de material reciclado a productos para el 2025 y un 30% para el 2030, además de eliminar plásticos innecesarios o problemáticos. Sin embargo, ECOCE subraya que, en el caso del reciclaje de envases y empaques, existen tres retos muy importantes:
- Educación ambiental: Para que las tasas del reciclaje en México puedan crecer, y por ende la industria del reciclaje, es necesario evitar primero que los residuos lleguen al medio ambiente y sean correctamente separados, acopiados y canalizados para que sus materiales puedan aprovecharse.
- Adecuada legislación: Es muy importante contar con leyes que sean verdaderamente aplicables e impulsen cambios de fondo, sin tener consecuencias negativas como una mayor huella ambiental al cambiar un material por otro, o proponer prohibiciones sin antes hacer un Análisis del Ciclo de Vida completo e impacto ambiental tanto del material que se pretende prohibir, como el de sus materiales sustitutos.
- Desarrollo constante de la industria del reciclaje: Paralelo a los dos puntos anteriores, la industria debe tener el compromiso de seguir desarrollando tanto su tecnología, como su capacidad en el aprovechamiento de los materiales. Buscar nuevos caminos, que cada vez sean más amigables con el medio ambiente y sostenibles en el tiempo. Para ello es importante mayor inversión, compromiso e investigación.