Ford Motor Company anunció un drástico recorte de alrededor del 14% de su plantilla en Europa, lo que equivale a 4,000 empleos, como parte de un esfuerzo por reestructurar su negocio en medio de crecientes retos en la industria automotriz. Este movimiento, que afectará principalmente a Alemania y Gran Bretaña, responde a factores clave como:
- Débil demanda de vehículos eléctricos (VE)
- Falta de apoyo gubernamental para impulsar la transición hacia los VE
- Competencia feroz de fabricantes chinos subvencionados
Los recortes representan el 2.3% de la fuerza laboral global de la compañía, que asciende a 174,000 empleados. La medida pone a Ford en línea con otros gigantes automotrices como Nissan, Stellantis y General Motors, que también están tomando acciones para reducir costos en un sector marcado por la volatilidad económica y los altos precios de los vehículos eléctricos.
Impacto en Alemania y el Reino Unido
El mayor impacto se sentirá en Alemania, donde se eliminarán 2,900 puestos de trabajo, y en el Reino Unido, con 800 recortes adicionales. La emblemática planta de Ford en Colonia verá una disminución significativa de su fuerza laboral, equivalente al 24% de sus empleados, además de una reducción en la producción de modelos clave como el Explorer EV y el Capri EV.
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Peter Godsell, vicepresidente de Ford Europa, reconoció que la compañía enfrenta una demanda mucho menor de VE de la proyectada. «Seguimos enfrentando desafíos operativos significativos. Necesitamos tomar medidas decisivas para reestructurar nuestro negocio», afirmó, advirtiendo que podrían tomarse nuevas acciones si las condiciones del mercado empeoran.
Tensiones comerciales y crisis en la industria
La situación de Ford se ve agravada por factores externos, como:
- Crecientes tensiones comerciales con China, especialmente en medio de los aranceles impuestos por la Unión Europea a vehículos eléctricos chinos, que acusa de beneficiarse de subsidios injustos.
- El fin de los subsidios a los VE en Alemania, lo que ha provocado una caída del 28.6% en las ventas de este tipo de vehículos en los primeros nueve meses de 2024.
Además, la incertidumbre política en Alemania y el impacto global de la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos están añadiendo presión a las operaciones europeas de Ford.
Críticas sindicales y llamados al gobierno
Los sindicatos alemanes han expresado una fuerte oposición al plan de despidos. «Existen alternativas y estamos preparados para una confrontación si no se abren negociaciones sobre el futuro del negocio», declaró Knut Giesler, líder sindical de IG Metall en Renania del Norte-Westfalia.
Por su parte, Ford ha solicitado al gobierno alemán mayor apoyo para fomentar la movilidad eléctrica, incluyendo incentivos financieros y una infraestructura de carga más robusta. «Lo que necesitamos es una agenda política clara y contundente para avanzar en la transición eléctrica», señaló John Lawler, director financiero de Ford.
Perspectivas a futuro
Ford, que ya había anunciado 3,800 recortes a principios de 2023, sigue adelante con una dolorosa reestructuración en Europa. En 2025, cerrará su planta en Saarlouis, Alemania, como parte de una estrategia para reducir costos en un entorno cada vez más competitivo.
Mientras tanto, empresas como Volkswagen también enfrentan desafíos similares, con advertencias sobre posibles cierres de fábricas y más despidos, subrayando las dificultades que atraviesa la industria automotriz en la transición hacia un futuro sostenible y eléctrico.
