Según información del tercer boletín de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en América Latina y el Caribe 2016, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en LATAM se desperdician hasta 127 millones de toneladas de alimentos al año, de los cuales 55% son frutas y hortalizas y 20% carnes.
De acuerdo con la FAO, destacan detrimentos de 28% a nivel de producción; 22% ocurre durante el manejo y almacenamiento, 17% en mercado y distribución, otro 28% a nivel del consumidor, entre otros aspectos. Por lo cual, a través de productos más amables con el ecosistema, profesionales del Centro de Investigación en Química Aplicada desarrollaron envases plásticos, a partir de nanomateriales, para conservar y alargar la vida de los alimentos en anaquel.
Los investigadores buscan estrategias sostenibles, en un entorno donde, de acuerdo con la ONU-Ambiente, se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que equivale al peso de toda la población humana.
Como refiere Saúl Sánchez Valdés, coordinador del proyecto y profesor investigador del Departamento de Procesos de Transformación de Plásticos del CIQA, la iniciativa consiste en el desarrollo de envases con nanopartículas que imparten características inteligentes, como: liberación o adsorción de sustancias hacia o desde los alimentos, etiquetas inteligentes que cambien de color o forma para dar información específica del estado del alimento, etc.