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El Museo Casa de las Mil Muñecas: las muñecas de sololoy, y de las otras

Así llamaban a las muñecas de plástico, de celuloide: o Sololoy, término que luego se empleó como apodo a la gente muy delicada, que se ofende de repente. Y eso viene a cuento porque se acaba de inaugurar el Museo de La Casa de la Mil Muñecas, dedicado a las consentidas, a las niñas de todas las épocas, las chiquillas de aquí y las de todo el mundo, y que se ubica en la Avenida Chapultepec, 420, en la Ciudad de México.

Lleve a sus hijas… e hijos (que también jugaron con muñecos), les va a encantar. Lo que busca la colección privada de Rosana Duffour Vivanco, con la más amplia muestra en su tipo de muñecas del mundo en México, es resaltar la importancia del juego para el desarrollo de la niñez, mediante la revisión histórica de estos objetos, tan entrañables, y lo que trasciende al conocimiento y a nuestra cultura como sociedad.

Otro de los objetivos de este museo es indagar la historia y evolución de las muñecas de diferentes lugares, y señalar, de paso, el papel significativo de las mujeres en el progreso económico y cultural de la sociedad.

De hecho, los integrantes de la comunidad del plástico podrán apreciar la versatilidad de este material aplicado en la juguetería y los muchos modelos (con diversos plásticos) que han modelado a nuestra infancia desde mediados del siglo pasado.


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La colección de Rosana, quien ha estado compilando muñecas desde su niñez, ya que su abuela solía regalarle una de cada país que visitaba en Europa (compradas no nada más en tiendas, sino en museos y bazares de antigüedades). La muestra incluye curiosidades y todo objeto relacionado con este mundo que ha enriquecido a la coleccionista personalmente durante sus viajes y a lo largo de muchos años.

Es más, en el Museo dejan saber cómo comenzaron a elaborarse las casitas de muñecas, destacando los accesorios y miniaturas que se hacían para adornarlas y cómo las niñas de antes jugaban con ellas.

La colección consta de más de mil ejemplares y está dividida en dos partes: la primera, Muñecas de México, se aloja en la planta baja donde se exponen desde los registros prehispánicos hasta las actuales muñecas artesanales, como la famosa muñeca Lele, y muchas más. Y la segunda parte, en el piso de arriba, está la historia de las muñecas más reclamadas por las niñas del mundo.

Las abuelas y las mamás reconocerán marcas y muñecas históricas, como las famosas Kewpie, reconocidas por su singular rostro; las famosas muñecas de porcelana de colección, la Barbie y hasta los muñecos de acción. El montaje ofrece un vistazo de cómo era la vida de las infancias antes y actualmente.

Como ahora se estila, solo estarán disponibles visitas guiadas con previa agenda a través de sus redes sociales. Por cierto, el recinto cuenta con una tienda para llevar lo necesario para que las chicas inicien su propia casa de muñecas y colección. Inclusive se habilitó una sala interactiva para todas las edades que hará sentir a las niñas la dimensión de sus juegos. Además, las pequeñas podrán celebrar sus cumpleaños en el salón de fiestas que tienen en el tercer y último piso de la casona, obvio, con temática de las muñecas.

En ese espacio el museo ofrece un servicio de cafetería para organizar la fiesta de té como hacían antes las niñas con las muñecas de porcelana. El espacio es idóneo para que los visitantes gocen la fiesta del té y se tomen selfies para presumir a las amigas y a los amigos en las redes.

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