De turbinas eólicas a plásticos ultrarresistentes: la nueva frontera del reciclaje

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington (WSU) desarrolló una innovadora tecnología para el reciclaje de palas eólicas, que promete transformar la sostenibilidad en la industria de la energía renovable. Este método pionero permite reutilizar el material de las palas sin utilizar productos químicos agresivos ni procesos costosos.

El reto del reciclaje del GFRP

El foco de esta innovación es el polímero reforzado con fibra de vidrio (GFRP, por sus siglas en inglés), un material que representa hasta dos tercios del peso de una pala de turbina eólica. Ligero, fuerte y resistente, el GFRP ha sido clave en la fabricación de turbinas desde la década de 1990. Sin embargo, su estructura termoestable —a diferencia de los termoplásticos reciclables como los utilizados en envases— dificulta su procesamiento al final de su vida útil, que suele rondar los 20 a 25 años.

Como resultado, miles de palas eólicas terminan en vertederos cada año, agravando el problema de los residuos industriales. Además, durante la fabricación de palas nuevas, se desperdicia hasta un 15% del material, lo que genera un volumen adicional de residuos desde el inicio del proceso.


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Tecnología verde con bajo impacto ambiental

La solución propuesta por la WSU se basa en un proceso de reciclaje sostenible y escalable, con bajo impacto ambiental. El GFRP se corta en pequeños bloques y se somete a un baño de agua supercalentada con acetato de zinc, una sal orgánica no tóxica utilizada en medicamentos y alimentos. En aproximadamente dos horas, este método permite recuperar fibras de vidrio de alta resistencia y resinas en condiciones óptimas, listas para reutilizarse en nuevos productos.

 De turbinas eólicas a plásticos ultrarresistentes: la nueva frontera del reciclaje

«A medida que la energía eólica crece, el reciclaje de las turbinas se vuelve urgente», explicó Jinwen Zhang, profesor de Ingeniería Mecánica y de Materiales en WSU. «Nuestro método es eficiente, ecológico y rentable».

Materiales reciclados con propiedades mejoradas

Una de las grandes ventajas de esta tecnología es su versatilidad. Las fibras de vidrio y resinas recuperadas —hasta un 70% del GFRP procesado— pueden incorporarse directamente a plásticos como el nailon, sin necesidad de separarlas completamente. Esta mezcla mejora notablemente las propiedades del material resultante: hasta tres veces más resistencia y ocho veces más rigidez que el nailon original.

«No necesitamos romper todos los enlaces», explicó Baoming Zhao, investigador del Centro de Materiales Compuestos de la WSU. «Solo reducimos la red en fragmentos manejables y los fundimos con termoplásticos para obtener compuestos de alto rendimiento».

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