El Nearshoring, o relocalización, es una estrategia de negocios que consiste en mudar parte de la producción de una empresa a países cercanos al mercado al que se quiere exportar, donde todo sea más barato (el salario de los obreros, la electricidad y los combustibles, los insumos… y hasta los impuestos). Puede evitar disrupciones en la producción, como ocurrió con el Covid-19 y, sobre todo, tiene importancia para México porque le permite atraer inversión extranjera directa, generar empleos bien remunerados, fortalecer los alcances de su industria y aprovechar su cercanía y tratado comercial con Estados Unidos, con quien comparte 3,152 kilómetros de frontera, y que es el mercado de consumo más grande del mundo.
La propia canciller de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, al participar en el Congreso del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE) se preguntó, con alarma, si en este país estamos entendiendo esta ventana de oportunidad. “A veces siento que no –contestó ella misma a su pregunta–. “Y se los digo sinceramente, y lo digo desde donde estoy, que es la Cancillería mexicana. Creo que no estamos entendiendo la posibilidad de lo que implica el nearshoring”.
En esa ocasión añadió, con mayor vehemencia, que “…si nosotros no nos ponemos las pilas rápidamente, Vietnam puede convertirse en uno de los países más competitivos, que ofrece incentivos”.
Sin embargo, en la columna Coordenadas de Enrique Quintana, publicada en El Financiero, se reprocha al gobierno y a un puñado de funcionarios públicos que, si se entendiera la relevancia y alcance del nearshoring, el gobierno estaría reclutando un talentoso equipo de especialistas y trabajando intensamente en un plan maestro para obtener el máximo provecho posible de este proceso.
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El mensaje de la canciller, con excepción de la secretaria de Energía, debería ser atendido en primera instancia por el presidente de la república –comentó Quintana–, o los responsables del ámbito de la energía tanto de la CFE, como de Pemex, o incluso por la secretaria de Educación Pública, quienes no prestan la atención debida a este importantísimo proceso.
Quintana sugiere que, más que Vietnam (que ya levanta la mano), quien se apresta a comerse el bocado no es otro que el país vecino, porque “hay empresas que están eligiendo instalarse en la propia Unión Americana, en lugar de venir a México”.
Ventajas y no ventajas
México tiene ventajas y fortalezas en términos de población ya que, a diferencia de otros países, su perfil demográfico es relativamente joven, en edad laboral, mano de obra dispuesta; sin embargo, para el nearshoring representa ofrecer condiciones de preparación educativa para que las empresas puedan aprovechar el talento.
Por otro lado, el nearshoring también implica algunos desafíos y dificultades para México, como la inversión inicial, las barreras del lenguaje, la falta de control sobre los proveedores, la incertidumbre jurídica, la falta de infraestructura y la inseguridad en algunas regiones del país.
Inclusive se necesita con urgencia modernizar el sistema de transporte ferroviario de carga o atender el tema de la energía, y en particular el de las energías renovables, que son las que cuentan ahora
El tema del agua apremia. Algunos expertos advierten que la crisis de agua amenaza ya que se instale el nearshoring en Nuevo León y puede hacer que frenen inversiones si los gobiernos no adecúan mejoras presupuestales, “…sería lamentable ante la oportunidad que representa el nearshoring”. Estos factores, entre otros, pueden limitar el potencial de esta estrategia y afectar la competitividad de México frente a otros países.
¿Qué hacer?
Es necesario que México trabaje en mejorar sus condiciones internas y buscar activamente a empresas que quieran establecerse en el país, sobre todo en sectores que se beneficiarían más con esta estrategia de negocios, como:
- Automotriz y autopartes, que sigue siendo la principal fuente de inversión extranjera directa y que aprovecha la preferencia arancelaria con Estados Unidos y Canadá.
- Aeroespacial, que ha crecido en los últimos años gracias a la calidad y la competitividad de la mano de obra mexicana.
- Dispositivos médicos, que se ha consolidado como una de las más importantes del mundo y que cuenta con una amplia cadena de suministro y exportación.
- Farmacéutica, que ha aumentado su producción y su demanda debido a la pandemia y que tiene acceso a un mercado de más de 120 millones de consumidores.
- Electrónica y electrodomésticos, que ha diversificado sus productos y sus mercados, y que se ha beneficiado de la reducción de costos y tiempos de traslado.
- Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que ha impulsado la innovación y la digitalización de los procesos, aprovechando el talento y la creatividad de los profesionales mexicanos.
¿Y los plásticos?
El sector del plástico también se beneficiaría con el nearshoring de varias formas:
- El aumento de la inversión extranjera directa en la industria del plástico generaría más empleos, ingresos y desarrollo tecnológico. Sin embargo, en este tema se teme que las inversiones iniciales que requiere el establecimiento de una planta de producción en México puedan ser elevadas y depender de factores como la disponibilidad de terreno, la infraestructura, los permisos y las regulaciones.
- La creación de un ciclo virtuoso donde las empresas grandes, multinacionales, así como las pequeñas y medianas que entran en el ecosistema de proveeduría, se benefician de la derrama de valor que trae el nearshoring. Sin embargo, hay que enfrentar las barreras del lenguaje y la coordinación entre las empresas extranjeras y los proveedores locales, así como el desarrollo personal de los trabajadores mexicanos
- El aprovechamiento de la cercanía geográfica y el libre comercio con Estados Unidos y Canadá, que facilitan el acceso a los mercados más grandes y exigentes del mundo, reducen los costos y tiempos de traslado, y aumentan la competitividad y la resiliencia de las cadenas de suministro.
- El fortalecimiento de la industria automotriz demanda productos plásticos, así como la aeroespacial, la médica, la farmacéutica y la electrónica, que ofrecen oportunidades de negocio y crecimiento para el sector del plástico. Sin embargo, hay que tener presente aspectos como la incertidumbre financiera y los problemas logísticos que pueden afectar la rentabilidad y la eficiencia, debido a circunstancias como la fluctuación del tipo de cambio, la inestabilidad política, la cancelación de concesiones, la escasez de materias primas y la falta de transporte.
- El impulso a la sustentabilidad y la economía circular en el sector del plástico, que busca reducir el impacto ambiental de los residuos plásticos y generar valor agregado a partir de su reciclaje y reutilización –que puede generar un aumento de la producción y el consumo de plástico en México–, lo que implica nuevos retos en la gestión de residuos.
Para aprender más con esta ojeada del futuro, busque:
https://graficos.elfinanciero.com.mx/graficos/pdf/nearshoringtalks2023.pdf
https://blog.eiffmx.com/nearshoring-que-es-y-cuales-son-sus.ventajas
