Los microplásticos, es decir los plásticos que miden menos de 5 milímetros, se han convertido en una gran preocupación para millones de usuarios en todo el mundo. Aunque todavía se estudia el impacto de este tipo de partículas en el cuerpo humano, la cobertura en los medios de comunicación ha generado un verdadero frenesí en torno al tema.
Ahora, sin embargo, un investigador propone descomponer microplásticos antes que lleguen al medio ambiente y utilizarlos como combustible sostenible.
El doctor, Manish Shetty, de la Texas A&M University, está trabajando para en el desarrollo de sustancias químicas sostenibles y en el desarrollo de una mejor gestión de los residuos que contribuya a una mejor sostenibilidad.
Su trabajo se centra en el desarrollo de sustancias químicas sostenibles y soluciones avanzadas para la gestión de residuos, con el objetivo de impulsar la sostenibilidad global. Además, su investigación abre la puerta a la producción de hidrógeno verde, una alternativa energética clave para un futuro más limpio.
Tecnología para descomponer plásticos y generar combustibles
El método desarrollado por Shetty utiliza pequeñas cantidades de disolventes que actúan como fuentes de hidrógeno para descomponer polímeros de condensación, una clase específica de plásticos que incluye botellas de PET, envases, textiles e incluso productos impresos en 3D.
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“Lo que hemos logrado es descomponer estos polímeros en compuestos aromáticos que pueden usarse como combustibles”, explicó Shetty. Su equipo emplea compuestos orgánicos conocidos como portadores de hidrógeno orgánico líquido para almacenar y liberar hidrógeno, que luego se utiliza para descomponer los polímeros.
Catalizadores que transforman residuos en valor
En un artículo publicado en Angewandte Chemie International Edition, Shetty describe cómo su equipo ha diseñado catalizadores capaces de aprovechar el hidrógeno liberado durante la descomposición de los polímeros de condensación. Este proceso permite transformar el PET en p-xileno, una molécula con aplicaciones como combustible o materia prima para productos químicos.
“Esta investigación no solo resuelve problemas de gestión de residuos, sino que también es crucial para la sostenibilidad de la industria química”, afirmó Shetty. Además, su enfoque urbano permite recolectar y transformar desechos plásticos en recursos útiles, mejorando la sostenibilidad en las ciudades.
Hacia una economía sostenible
El proyecto utiliza metanol como herramienta para descomponer el PET en fragmentos más pequeños y como fuente de hidrógeno para la producción de p-xileno. Según Shetty, esta tecnología podría revolucionar la economía al reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover el uso de hidrógeno verde, obtenido mediante electrólisis del agua.
“A medida que el hidrógeno verde se haga más accesible, necesitaremos vectores como los portadores de hidrógeno para su transporte y aprovechamiento”, concluyó Shetty. “Este avance podría ser fundamental para la gestión y valorización de residuos”.
La investigación de Shetty representa un paso importante hacia un futuro en el que los microplásticos no sean una amenaza, sino una oportunidad para generar energía limpia y sostenible.