AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, lidera un innovador proyecto para desarrollar botellas biobasadas y biodegradables destinadas a los laboratorios de control de agua potable, esto con el propósito de reducir significativamente su impacto ambiental.
Bajo el marco del proyecto B3CLAB, AIMPLAS busca reemplazar el uso masivo de plásticos no biodegradables en la toma de muestras de agua para consumo humano. Y es que, según un estudio preliminar realizado en 2022 por Aguas de Alicante junto a otros tres laboratorios del grupo Agbar, el consumo anual de botellas de Polietileno (PE) se estima en 125,000 unidades en la región. Este mismo estudio demostró que los biopolímeros representan una alternativa viable para sustituir las botellas de polietileno convencionales.
Un esfuerzo colaborativo hacia un futuro más sostenible
Para enfrentar este desafío ambiental, Aguas de Alicante, Labaqua, Assur Medical, y la Universidad de Alicante se unieron a AIMPLAS en 2023 para lanzar el proyecto B3CLAB, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) y apoyado por la Agencia Valenciana de la Innovación mediante fondos europeos FEDER.
También lee: BOTTLE4FLEX de AIMPLAS desarrolla envases skinpack 100% reciclables a partir de rPET
El objetivo es diseñar y fabricar botellas biobasadas que cumplan con las estrictas exigencias de los laboratorios, sin comprometer las propiedades mecánicas ni la eficiencia en el proceso de producción.
Innovación en bioplásticos: desafíos y soluciones
Juan Francisco Ferrer, investigador líder del Laboratorio de Microplásticos en AIMPLAS, destaca la importancia de este proyecto:
«El elevado consumo de botellas plásticas en los laboratorios hace urgente encontrar alternativas sostenibles. Aunque los bioplásticos ofrecen una solución prometedora, su adopción enfrenta retos como las propiedades mecánicas del material, costos y la gestión de residuos.»
Uno de los principales desafíos técnicos radica en la resistencia térmica de los polímeros biodegradables, ya que los procesos industriales como la inyección o extrusión exigen temperaturas que estos materiales, en su forma actual, no soportan sin degradarse.
Hacia un producto alineado con la neutralidad de carbono
El equipo de B3CLAB trabaja para formular un polímero biodegradable que no solo resista los procesos de fabricación, sino que también cumpla con las propiedades requeridas para la toma de muestras de agua. Este avance permitiría sustituir los polímeros petroquímicos convencionales por materiales de origen biológico, contribuyendo así al objetivo global de alcanzar las cero emisiones netas para 2050.
«Nuestro objetivo es ofrecer al mercado una botella sostenible que combine funcionalidad y respeto al medio ambiente, sentando un precedente en la industria de los laboratorios de control de agua», concluye Ferrer.
Con esta iniciativa, AIMPLAS reafirma su compromiso con la innovación tecnológica y la sostenibilidad, liderando el camino hacia un futuro más limpio y respetuoso con el medio ambiente.