Con la creciente preocupación medio ambiental y el endurecimiento de las normativas en torno al plástico, cada vez más ciudades y estados en todo el mundo han promovido la prohibición de las bolsas de plástico en supermercados, pero ¿realmente es ésta una solución ecológica?
Las alternativas actuales incluyen las bolsas de papel, las bolsas reutilizables y las llamadas “tote bags”, bolsas hechas con diversos textiles. Aunque estas opciones parecen a primera vista una opción más ecológica que la tradicional bolsa de plástico, lo cierto es que podría tener una huella ambiental mucho más dañina.
Las bolsas de papel
Es cierto, muchas de las bolsas de plástico se fabrican a partir de combustibles fósiles y, cuando no son desechadas de manera correcta, pueden tener un impacto significativo en los niveles de contaminación. La bolsa de papel, sin embargo, puede ser incluso más problemática.
En términos concretos:
- Fabricar una bolsa de papel requiere más agua y energía que una de plástico.
- Se utilizan árboles como materia prima, lo que implica un impacto sobre los bosques si no se gestiona de manera sostenible.
- La elaboración de bolsas de papel emite más CO₂ que el del plástico, principalmente por la energía usada para cocinar la pulpa, secarla y procesarla.
- El papel puede ser más pesado y voluminoso, lo que implica mayores emisiones durante el transporte y mayor uso de espacio en almacenamiento y distribución.

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Las bolsas reutilizables
Aunque muchas personas no lo saben, las bolsas reutilizables pueden ser menos ecológicas que las bolsas plásticas convencionales si no se reutilizan las veces necesarias.
Este tipo de bolsa suele estar hechas de materiales como algodón, poliéster, polipropileno tejido o incluso mezclas con refuerzos y su fabricación requiere más energía, agua y materias primas que una simple bolsa de plástico de un solo uso.
Se sabe que:
- Una bolsa de algodón orgánico necesita cultivarse, regarse, procesarse y transportarse, lo que genera una huella de carbono mayor que una bolsa de polietileno.
- Un estudio del gobierno británico (UK Environment Agency) reveló que una bolsa de algodón debe usarse más de 100 veces para compensar su impacto inicial comparado con una de plástico de un solo uso.

A tomar en cuenta
Un estudio de la Agencia de Medio Ambiente de Reino Unido concluyó que las bolsas de papel se deben reutilizar al menos tres veces para que impacto sea equivalente a la de una bolsa de plástico de un solo uso.
De igual forma, un estudio de 2018 de la Agencia de Protección Ambiental de Dinamarca reveló que las bolsas de plástico fabricadas con polietileno de baja densidad, un tipo de plástico versátil y ampliamente utilizado, tienen la huella ambiental más baja de ocho tipos de bolsas de supermercado, incluidas las de papel.
Por todas estas razones, la bolsa de plástico convencional sigue siendo la opción más ecológica de entre las alternativas disponibles en el mercado.