La economía circular es posible en México. Dow y Poly Rafia, compañías que aportan con I+D a la Industria del Plástico, sumaron esfuerzos y lanzaron un empaque secundario a base de resina de plástico reciclado (PCR) de alto rendimiento.
Con esta solución, fabricantes, transformadores y dueños de marca, minimizan la pérdida de producto durante el transporte, lo que genera, en automático, una reducción en la huella de carbono, además del aprovechamiento que se hace del plástico postconsumo como materia prima para desarrollar nuevos envases.
En entrevista para Ambiente Plástico, Alma Lizárraga, Market Development Manager en Dow México, señaló que el trabajo con Poly Rafia tiene dos objetivos principales:
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- Ofrecer empaques amigables con el medio ambiente, alineados a los objetivos de sustentabilidad del mercado, “…donde la mayoría de las marcas tienen como meta llegar al 2025 con empaques que sean reciclables, reutilizables, o con incorporación de plástico reciclado”.
- Desarrollar empaques sustentables “…con alto desempeño y sin perder propiedades mecánicas o mejoras”.
De acuerdo con la ejecutiva, se trata de un termoencongible que tiene el 30% de plástico reciclado postconsumo, y, lo interesante, “…es que es plástico que ya estuvo en el medio ambiente, ya fue utilizado y lo estamos reincorporando al empaque”.
Cabe mencionar que, para desarrollar esta tecnología, se usaron tanto los laboratorios de Dow, como las instalaciones de Poly Rafia en México, y muchas veces, agrega Alma Lizárraga, “acompañados de los clientes”.
Comercio electrónico
Como un efecto derivado de la pandemia, el e-commerce despuntó en México y las marcas, destaca nuestra entrevistada, cada vez más demandan empaques específicos para el comercio electrónico. Estos empaques, “…deben ser sustentables, y garantizar más protección al momento de transportar, ya sea alimentos, o cualquier bien”.
Dow y Poly Rafia lograron establecer la pauta sostenible en la industria con este termoencogible, un empaque clave para el sector logístico.
“Las marcas líderes que tienen un alto consumo de Polietileno reducen el uso de plástico al incluir en sus procesos de manufactura un 30% de plástico reciclado postconsumo, con lo que, no solo reducen el uso de plástico virgen, sino que también disminuyen las emisiones de huella de carbono”.
Ambas empresas, con actividades comerciales importantes a nivel global, se adelantan a las leyes prohibicionistas que aguardan a cierta distancia, a la vez que cumplen sus compromisos sustentables fijados para los próximos años.
“Estamos buscando ayudar a las marcas a estar más cerca de la regulación que se viene, por ejemplo: quitar materiales que no permitan que un empaque sea reciclable o adoptar soluciones que reduzcan el plástico que se utiliza”.
