Tres años después de haber iniciado, el proyecto RepescaPlas ha logrado un total de 4,218 kilos de basuras marinas recuperadas por las asociaciones y cofradías de pescadores de los puertos de Marín y Vigo en Galicia, la Restinga en la isla de El Hierro y el de Gandía en Valencia.
Los objetos recuperados son caracterizados por tipologías de basuras marinas a través de la plataforma MARNOBA en el propio puerto. Se destaca que la fracción de plástico es la más abundante y se han remitido muestras a AIMPLAS para su cauterización por la naturaleza del material y para aumentar el conocimiento sobe los plásticos encontrados y también a la Universidad de Vigo para su análisis toxicológico.
Reciclaje químico: clave para reincorporar materiales a la cadena de valor
Las muestras recibidas en AIMPLAS corresponden en su mayoría a PET y Polietileno de baja intensidad. Estas muestras han servido para avanzar en el desarrollo de tecnologías que permiten valorizar y convertir en nuevos recursos los materiales rescatados del mar que, de otra forma, resultan altamente perjudiciales por su exposición al medio marino.
Cabe destacar que, tan sólo con el reciclaje mecánico, resultaba sumamente complicado reintroducir estas muestras en la cadena de valor. Ante este desafío, se ha realizado una primera selección mediante equipos de separación óptica y posteriormente se han sometido al proceso de pirólisis, parte del proceso de reciclaje químico.
El resultado ha sido la obtención de una fracción sólida, válida para la síntesis de carbón activo o negro de humo, y de una líquida, cuya composición le permite ser valorizado como combustible, teniendo así la posibilidad de emplearlo en las propias embarcaciones de los pescadores. Dicho líquido pirolítico se puede someter a diferentes procesos químicos para la obtención de monómeros de gran interés en la industria plástica.
A la par, la Universidad de Vigo ha desarrollado un análisis ecotoxicológico comparando el mismo producto nuevo y recogido del fondo del mar. Los resultados no han detectado niveles de toxicidad para ninguno de los organismos marinos utilizados en contacto con esos residuos.