La Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), reconocida como la organización con mayor representatividad del sector, advierte sobre los riesgos de utilizar únicamente plásticos biodegradables para elaborar bolsas, desechables y envases sustitutos.
A partir de la entrada en vigor de las leyes de prohibición de plásticos de un solo uso en varias entidades de México, para tratar de disminuir la contaminación generada, se propuso utilizar como alternativa, plásticos biodegradables como única solución.
Sin embargo, de acuerdo con los resultados del estudio sobre su impacto en el medio ambiente, realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco (UAM), para la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), el que un elemento sea degradable o biodegradable, no necesariamente disminuye su impacto ambiental, sino que depende en gran medida de su manejo. Por ello, se debe optar por la reducción, reutilización, reciclaje y valorización energética.
De acuerdo con Susana Hernández, gerente técnica de la Anipac, los plásticos biodegradables se han presentado como una solución única para la problemática generada por la acumulación de residuos sólidos, sin analizar cuidadosamente las características, alcances, limitaciones, ni el comportamiento que podrían tener en los escenarios de gestión de residuos en México, lo cual representa un riesgo que podría tener implicaciones mucho mayores y generar complicados retos a corto plazo, además de que no se cuenta con la infraestructura para realizar los cambios de manera inmediata.
Se estima que en conjunto, el plástico rígido y de película, Poliestireno expandido y Poliuretano, constituyen solamente el 11.67% del total de residuos sólidos urbanos en México. En tanto que a nivel mundial se producen 400 millones de toneladas de plástico, de los cuales, el 85% se extrae del petróleo, un 14.5% ya es plástico reciclado (58 millones de toneladas) y hasta ahora, sólo el 0.5% son biopolímeros.
La biodegradación de una materia prima no es intrínsecamente buena, podría serlo bajo ciertas condiciones, pero ocasionar graves problemas en otras, como las que se generan en el proceso de reciclaje. Ésta, es llevada a cabo por microorganismos y sus enzimas, produciéndose en el material una alta concentración de carbono, llegando a la mineralización en un tiempo determinado y con resultados medibles. Por otro lado, el término de biodegradación es amplio, debe definirse el medio por el cual se biodegradará el material, en este caso debe ser bajo composta.
Para que se dieran las condiciones en la biodegradación de los plásticos considerados compostables, se requeriría de transformaciones profundas, desde su Generación (establecer mecanismos de evaluación y certificación, sistemas de identificación y ecoetiquetado, campañas educativas para la población, obligatoriedad de la separación de los biodegradables de otros materiales); pasando por la Recolección y Transferencia (modificación al marco legal para la separación de la fracción orgánica y a la infraestructura local para una recolección selectiva); la Valoración y el Tratamiento (crear plantas de composta industrial, adecuación de infraestructura para el manejo de películas plásticas en planta de composta, mercados o usos para la composta producida, integración con sistemas ya existentes); y Disposición (restricción del confinamiento de plásticos biodegradables en sitios de disposición final).
Ante este escenario, y con base en lo anterior, la Anipac propone las siguientes alternativas:
1) Reducir al máximo la generación de los desechos sólidos.
2) Reutilización o reúso de productos plásticos para alargar su vida útil.
3) Reciclar para transformar los residuos a través de distintos procesos que permiten restituir su valor económico, evitando así su pérdida.
4) Rediseñar los productos plásticos para que puedan ser reutilizados o reciclados.
5) Considerar la valorización energética. Es posible utilizar el plástico como combustible ya que tienen una alta capacidad calorífica para producir energía.
“Con frecuencia se cree erróneamente que cualquier material que se obtenga de un recurso natural renovable como las plantas, es biodegradable, sin embargo, esto no es así. El mejor residuo es el que no se genera, por lo que debe buscarse un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades y el impacto del consumo”.