El sector del reciclaje atraviesa por un momento de gran dinamismo, ante la creciente demanda de material reciclado de alta calidad, la mejora de tecnologías y el auge de nuevas y más estrictas legislaciones.
A pesar de que el sector todavía enfrenta desafíos relacionados con la desaceleración económica global, la competencia de las importaciones y la capacidad de suministro de materias primas estables, se pronostica un crecimiento para el corto y mediano plazo. Estas son las 8 tendencias que definirán el reciclaje en 2025.
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E-waste sorting
La clasificación de basura electrónica es un reto para los recicladores, pero la incorporación de machine learning e inteligencia artificial permite tasas de precisión de hasta el 99.9% en la clasificación de desechos electrónicos.
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Desmontaje automatizado
Para los próximos 12 meses, The Electronics Reuse & Reclycling Alliance (TERRA) pronóstica un aumento en la utilización de sistemas robóticos para desmontar los desechos electrónicos y otros residuos, con el importante papel humano de la supervisión y el mantenimiento de los sistemas.
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Reciclaje químico y avanzado
El reciclaje químico seguirá consolidándose como una de las opciones más prometedoras para aumentar las tasas de reciclaje. Empresas como Braskem desarrollan proyectos pilotos para 2025 que buscan reducir significativamente las emisiones de CO2 en comparación con otras tecnologías ampliamente utilizadas en el reciclado.
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Impresión 3D con materiales reciclados
La manufactura aditiva gana terreno incluso ya no sólo en el ámbito empresarial. Se espera que la fabricación aditiva con materiales reciclados, como residuos de piel curtida, está en desarrollo se vuelva cada vez más común. El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) ya ha desarrollado suelas y tacones mediante impresión 3D utilizando estos residuos, promoviendo la reutilización de materiales y reduciendo la huella de carbono de la industria.
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Digitalización y Blockchain
La digitalización de la cadena de suministro y el uso de blockchain mejorarán la trazabilidad de los materiales reciclados, garantizando la transparencia y autenticidad en los procesos de reciclaje. Estas tecnologías facilitarán una gestión más eficaz en la recuperación de materiales, promoviendo la extracción de materias primas y la disminución del impacto ambiental.