Nuestra tecnología de base enzimática y origen vegetal nació en la mente de un químico, experto en el desarrollo de tecnología enzimática destinada a la alimentación. Por ello, todos nuestros compuestos son 100% naturales y aptos para el consumo humano.
Aunque nuestro grupo lleva más de 35 años en la Industria del Plástico, no fue hasta hace 15 años, tras una maestría en el Instituto de Empresa (IE) sobre la formación y la fabricación de Ácido Poliláctico (PLA) cuando empezamos realmente a invertir en I+D con el objetivo de disminuir el consumo irresponsable y por ende la basura que al día de hoy, es un recurso y no un deshecho.
En el 2008 desarrollamos junto a la Universidad de Santiago de Chile, una resina de PLA y en el 2009 creamos la primera botella biodegradable de LATAM, “Compostbotle”. Entonces nos dimos cuenta de las limitaciones, particularmente en las aplicaciones, disponibilidad y el reciclaje de los bio-basados.
Los años 2018 y 2019 nos trajeron dos hitos históricos para nosotros. El primero fue lograr en la fábrica que tenemos en Asturias, que Innovative Film Solutions, desarrollara el primer film plástico del mundo bi-orientado para embalaje flexible, tanto en base Polietileno (BOPE) como Polipropileno (PP), 100% reciclable, bio-compostable y biodegradable con tecnología enzimática.
Como resultado de este proyecto de investigación y desarrollo, conseguimos varios reconocimientos por diversos organismos nacionales e internacionales, siendo el más importante, el proyecto REBICOM que ha obtenido fondos de la Unión Europea dentro de su programa de investigación e innovación “Horizon 2020” con el número de proyecto 849533.
El segundo fue la creación de Newie tras un acuerdo entre distintas compañías de nivel internacional que apuesta por esta tecnología.
CARACTERÍSTICAS
A pesar de que etimológicamente hablando no cabe duda de que Newie es un “aditivo” que se añade a los procesos de producción, también lo son la mayor parte de resinas que se comercializan a día de hoy. El PLA es un buen ejemplo de ello, pero éstas suelen ser un compuesto en sí mismas con un contenido menor del 15-40% de material biobasado, siendo el resto de origen fósil.
Son varias las razones que nos hicieron decantarnos por sacar nuestros productos Newie Bio Masterbatch como “aditivos”, pero dos de las principales fueron los objetivos de reducir nuestra huella de carbono y promover el uso de material reciclado. No es lo mismo transportar 3Tn de Newie Bio Masterbatch que te permiten crear 100Tn de producto final, que transportar 100Tn de resina. Por otro lado, teniendo un alto grado de libertad en el resto de formulación del producto final, nuestros clientes tienen libertad de elegir sus proveedores de Poliolefina y utilizar material reciclado.
No tomamos esta decisión a la ligera ya que también nos ha supuesto distintos retos como el control del uso del material, algo que hemos resuelto con acuerdos tripartitos entre usuarios finales y proveedores.
Newie Bio Masterbatch permite a los fabricantes de plástico seguir con su proceso normal de producción con ajustes menores en sus formulaciones. Pudiendo así crear plástico que cumple con nuestro objetivo de economía circular y que cuenta con nuestro sello REBICOM: Reciclable Biodegradable y Compostable. Esto es único.
Nuestro elemento diferenciador es que además, somos biodegradables en condiciones de compostaje controlado (o en suelo) de acuerdo a certificaciones obtenidas en ensayos llevados a cabo en laboratorios acreditados bajo la ISO 17025 que establece los “Requisitos generales para la competencia de los laboratorios de ensayo y de calibración”, por entidades de acreditación como ENAC en España que están sujetas a los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (MRA) de la Organización Internacional para Organismos de Acreditación (ILAC) que operan bajo la ISO 17011. Acuerdos a los que también está adherida la Entidad Mexicana de Acreditaciones (EMA), a la que agradecemos mucho el apoyo e información que nos ha dado para hacer las cosas bien en México.
EL PRINCIPIO ACTIVO
La biodegradación de polímeros puede resumirse en cuatro procesos principales que surgen de distintas actividades enzimáticas y de despolimerización por microorganismos: biodegradación, biofragmentación, bioasimilación, y mineralización.
Newie promueve de forma biológica la despolimerización de los polímeros en sus monómeros fundamentales y consigue que este proceso pueda durar menos de 180 días, en un ambiente aeróbico, dependiendo de las condiciones medioambientales.
Las condiciones ideales para microorganismos termófilos se dan a temperaturas que rondan los 55-60°C, mismas que encontramos en entornos de compostaje controlado. A estas temperaturas se logra una biodegradación acelerada del material que una vez está concluida, y tras la etapa de mineralización queda reducido en agua, dióxido de carbono y nueva biomasa.
Quisiera reiterar que para que el test de compostaje industrial pueda ser certificado, es condición sine qua non que se lleve a cabo en un laboratorio acreditado (ISO 17025) y que sea bajo los parámetros de la norma UNE-EN ISO 14855-2: febrero 2010, equivalente a la norma ASTM 5338, referenciadas a las normas de ensayo ISO 17088 : 2012 y ASTM 6400.
PROPORCIÓN
Para que los productos finales estén amparados por las certificaciones con las que cuenta Newie Bio Masterbatch, en producto final, han de contar con al menos un 3% de nuestro material, y los usuarios tienen que seguir las pautas establecidas en las fichas de seguridad del producto, y las guías que ofrecemos de capacitación.
Quiero enfatizar que la evaluación de la biodegradación aeróbica en condiciones de compostaje se determina en ensayos sobre producto final. En el caso de asegurarse la biodegradación de todos los constituyentes de un producto para una determinada composición, no es necesario evaluar la biodegradación en productos que contengan los mismos constituyentes en rangos inferiores.
En cuanto a otros aditivos que puedan incluir en su formulación los fabricantes, nos basamos en certificados internacionales que establecen la lista y porcentaje de aditivos que pueden ser añadidos a una formulación de un material biodegradable en condiciones de compostaje industrial, compostaje doméstico, suelo o agua sin modificar la biodegradación inherente. Por ejemplo, se establece un límite superior del 49% para Carbonato de Calcio, lo que reduce considerablemente el consumo de plástico en nuestra economía.
NORMAS
Las normas que cumplimos y que se han certificado siempre en laboratorios acreditados (ISO 17025) son: Compostaje: ISO 14855 “Determinación de la biodegradabilidad aeróbica final de materiales plásticos en condiciones de compostaje controladas. Método según el análisis de dióxido de carbono generado” ref. EN 13432, ISO 17088 y ASTM 6400, que establece un mínimo de biodegradación del 90% en un periodo de 180 días. Contacto con Alimentos (Migración), No Metales Pesados y Ecotoxicidad: EN 13432, Reciclabilidad: EN 13430.
DEGRADACIÓN
No se producen microplásticos en el proceso de degradación. Es importante mencionar que nuestra tecnología cumple con la Directiva Europea 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de junio de 2019, en la que se estable la prohibición en el uso de materiales oxodegradables por no tener clara su incidencia en alimentos y su creación de microplásticos.
Nuestro objetivo no es que el plástico se desintegre, o no se vea, más que de no ser reciclado, utilizado como combustible y reutilizado (la bolsa de camiseta que se sale de este flujo por su mal uso), se biodegrade de una forma acelerada o pueda emplearse en compostaje industrial. Esto sólo se puede asegurar cumpliendo con los ensayos internacionales como la ASTM 5338, la ISO 14855, o la EN 13432.
DISPONIBILIDAD
Llevamos tiempo trabajando en numerosos proyectos y distintas aplicaciones en inyección, termoformado y extrusión. Por razones de confidencialidad preferimos no profundizar, pero si se fijan podrán verlo en comercios. El producto se encuentra disponible para el mercado mexicano en la actualidad y no tenemos límites de producción.