La nueva planta de transformación busca ser un complemento de los petroquímicos tradicionales y enfrentar la demanda de polímeros.
El Ácido Poliláctico o PLA, por sus siglas en inglés –con propiedades muy similares al Polietilen Tereftalato–, es la materia prima de Total Corbion, compañía de bioplásticos, quien se encuentra de manteles largos tras la puesta en marcha de su nueva planta en Rayong, Tailandia.
La instalación producirá una amplia gama de resinas Luminy PLA a partir de caña de azúcar. Se pueden utilizar en una serie de aplicaciones como envases, impresiones 3D, fibras y automoción. Además, los materiales también contemplan procesos de extrusión, termoformado, moldeo por inyección, hilado de fibras, etc.
Como refirió Stephane Dion, CEO de la compañía, la apertura en Tailandia es muestra del impacto de los bioplásticos y efecto del lugar que ocupa Total Corbion, quien se compromete a atender mercados en crecimiento de Asia, Pacífico, Europa y América.
Asimismo, señaló que estos materiales deben verse como complemento de los petroquímicos tradicionales y opción para satisfacer la demanda de los polímeros. Al final de la vida útil, el PLA puede reciclarse mecánica o químicamente.
La empresa es una fusión entre el energético francés Total y la compañía de productos bioquímicos holandeses Corbion, se creó en los Países Bajos a fines de 2016.