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Simulación del proceso de espumado para el diseño automotriz

Covestro, líder en producción de polímeros de alto rendimiento, presentó una simulación del proceso de espumado de Poliuretano (PU), material utilizado en los tableros de automóviles, y ha desarrollado modelos de materiales y métodos de cálculo de última generación, además de potentes capacidades informáticas.

La empresa destacó en un comunicado que la idea detrás de esta tecnología fue realizar simulaciones que acorten los ciclos de desarrollo, reducir su complejidad y costos, además de mitigar los riesgos.

Simulación del proceso de espumado

Durante la Feria K 2022, la compañía también presentó su desarrollo digital de las espumas Bayfill®. “Gracias a nuestro simulador, los proveedores y los fabricantes de automóviles reciben información detallada sobre el comportamiento de procesamiento del material ya en la fase de diseño, antes de que sean necesarios experimentos o ensayos reales”, afirmó Dagmar Ulbrich, responsable de I+D de sistemas de automoción de Covestro.


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La espuma de moldeo semirrígida de Poliuretano Bayfill® se utiliza en interiores de vehículos para componentes que incluyen paneles de instrumentos suaves al tacto y molduras interiores. Gracias a sus largos tiempos de flujo, se pueden producir piezas con contornos complejos y precisos de manera económica y confiable.

“El resultado final de utilizar la simulación digital es que ayuda a identificar los posibles retos en una fase temprana, cuando todavía se pueden realizar cambios en el producto y en las herramientas a un bajo precio”, concluyó Dagmar Ulbrich.

Importancia de los procesos de simulación

En la industria automotriz actual, modelar un nuevo auto es considerado uno de los ejes principales en el desarrollo de este sector. No obstante, este proceso también representa un enorme desafío de ingeniería, el cual consiste en obtener, ensamblar e integrar muchos componentes y subsistemas separados de múltiples proveedores de la cadena de suministro.

Esta labor se traduce en 130 mil millones de dólares en I+D cada año –solo por detrás de los productos farmacéuticos y de las grandes empresas de tecnología– y un aproximado de 72 meses para pasar “del molde” a la producción.

Por este motivo, es sumamente relevante acelerar la fase de diseño del automóvil y acortar los ciclos de desarrollo. Para lograrlo, los simuladores digitales se han convertido en un excelente aliado, pues los fabricantes solicitan a menudo la verificación digital para piezas específicas, utilizando la información para comprender el comportamiento simulado de la pieza frente a sus requisitos definidos.

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