Saco Polymers, empresa con sede en Sheboygan, Wisconsin, planea expandir su capacidad en Estados Unidos y su presencia en México e India, para satisfacer la creciente demanda de compuestos especiales.
A principios de 2024, Saco adquirió una antigua planta de muebles ubicada a tres millas de su sede por 7 millones de dólares. Este nuevo espacio de 222,400 pies cuadrados, que había estado inactivo durante un año, será transformado en un centro de producción y desarrollo.
En los próximos tres años, la compañía instalará cuatro líneas de extrusión de doble tornillo, agregando 100 millones de libras de capacidad anual. Además, la plantilla de empleados en el sitio pasará de 20 a 100 personas, según indicó Luca Saggese, CEO de Saco.
Expansión en México: nueva planta en Monterrey
En enero de 2024, Saco inauguró una planta de preparación de compuestos en Monterrey, con una inversión de 25 millones de dólares. Este centro, de 180,000 pies cuadrados, opera con tres líneas de extrusión y cuenta actualmente con 25 empleados, con planes de expandir la plantilla a 100 trabajadores.
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Esta nueva instalación está destinada a la producción de compuestos especializados para la industria automotriz y el sector de cables y alambres, consolidando la presencia de Saco en el mercado mexicano.
Expansión en India y crecimiento global
En marzo de 2024, Saco abrirá una planta de preparación de compuestos en Pavi, India, a través de una empresa conjunta con Bihani Group, fabricante de compuestos y concentrados con sede en Nueva Delhi.
Antes de estas expansiones, Saco ya operaba plantas en Sheboygan (Estados Unidos), Aurora (Ohio, EU) y Sandwich (Inglaterra), con una plantilla global de 250 empleados.
Según Saggese, la compañía ha experimentado un «crecimiento estelar» en la demanda de compuestos de polietileno reticulado (PE-X), especialmente en aplicaciones para cables y alambres. En 2024, Saco reportó ventas por 320 millones de dólares, lo que representa un incremento del 20% respecto al año anterior.
El auge de la electrificación y las infraestructuras tecnológicas, impulsado por sectores como IA, criptomonedas y vehículos eléctricos, ha sido clave en este crecimiento.
«Todo el mundo necesita energía», afirmó Saggese. «Nuestros materiales están desempeñando un papel esencial en la infraestructura del futuro».
