La propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha generado un amplio debate entre empresarios, trabajadores y legisladores. En este contexto, la Industria Nacional de Autopartes (INA) emitió un posicionamiento clave, advirtiendo sobre los posibles impactos de esta reforma en la competitividad del sector automotriz, uno de los más integrados a las cadenas de suministro global.
La INA señaló que ha trabajado de manera coordinada con organismos como CONCAMIN y COPARMEX para analizar las implicaciones de esta medida. Entre los hallazgos y propuestas destacan los siguientes puntos:
1. Impacto en la productividad y los salarios
Reducir la jornada sin considerar el nivel de productividad representa un riesgo para la competitividad. Si bien el sector de autopartes ha mejorado su eficiencia gracias a la inversión en tecnología y capital humano, una reducción abrupta de horas elevaría el costo laboral por hora y pondría en riesgo miles de empleos formales. Para evitarlo, la reforma debe ir acompañada de estrategias que impulsen la productividad sectorial.
2. Aumento en el costo laboral
Sin una reestructuración del modelo laboral, una semana de 40 horas elevaría entre 15 y 20% el costo por unidad producida, especialmente en industrias que operan en tres turnos continuos, como la automotriz. Esto podría afectar la continuidad operativa, comprometer entregas internacionales y desalentar la inversión extranjera.
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3. Implementación gradual
La INA respalda una aplicación progresiva de la medida. Propone un modelo de transición gradual de 5 a 8 años (una hora menos por año), basado en casos exitosos en Chile y Colombia. Este esquema permitiría a las empresas adaptarse sin afectar su operación ni su planta laboral.
4. Contexto internacional
Países como Alemania y Países Bajos cuentan con jornadas reducidas, pero también con altos niveles de productividad y sistemas laborales robustos. En contraste, México debe considerar sus condiciones particulares. En naciones líderes del sector automotriz como Estados Unidos, Japón o Corea del Sur, el modelo de tres turnos de 8 horas ha sido clave para mantener su competitividad.
5. Enfoque en el bienestar laboral
La INA reconoce que el bienestar del trabajador es una prioridad, pero subraya que no depende únicamente del número de horas trabajadas, sino de condiciones integrales como seguridad social, capacitación, transporte y estabilidad laboral. En ese sentido, el organismo propone modelos flexibles y negociados que permitan equilibrar vida y trabajo sin comprometer la eficiencia operativa.
Propuestas legislativas de la INA
Para avanzar en una reforma viable, la INA plantea incluir en la legislación las siguientes medidas:
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Establecer una jornada máxima diaria de 8 horas, sin distinción por tipo de jornada.
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Permitir la flexibilización del tiempo extraordinario, mediante acuerdos voluntarios.
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Incorporar legalmente el concepto de «Bancos de Horas», que permitan adaptar los horarios según la demanda.
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Incluir una diferenciación sectorial, reconociendo las necesidades específicas de industrias estratégicas como la automotriz.
La INA mencionó en un comunicado que reitera su compromiso con el bienestar laboral, pero hace un llamado a que la reforma de la jornada laboral se realice con base en análisis técnicos, contemplando los retos productivos y la necesidad de mantener a México como un actor competitivo en la industria global.
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