Desde latas de envases, envolturas para botellas de vino estructuras de casas, el aluminio es un material fundamental para la vida cotidiana. En México, el reciclaje de aluminio ha experimentado un crecimiento importante en los últimos años, pero todavía hay más por hacer.
Tomra Sorting Recycling destaca el importante papel de este material en materia ambiental. Por ejemplo, gracias a su ligereza, disminuye el peso de los vehículos lo que a su vez disminuye el consumo de combustible. También es altamente resistente, por lo que se ha convertido en un material favorito en la producción de coches eléctricos.
La fuerte demanda de aluminio, sin embargo, también puede provocar severos impactos en el medio ambiente, especialmente en los procesos de extracción y tratamiento. Debido a que la demanda de metales no hará más que seguir aumentando, el reciclaje de aluminio se vuelve fundamental.
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La clave está en reciclar
De acuerdo con el Metal Recycling Factsheet de EuRIC, en el proceso primario de obtención del aluminio a partir de la bauxita, se generan 320 millones de toneladas de CO₂ al año; en cambio, durante el reciclaje del aluminio sólo se emiten 20 millones de toneladas, lo que equivale a una reducción del 84%.
Tomra destaca que el aluminio reciclado puede extraerse de chatarra mixta, por ejemplo Zorba, generada a partir de vehículos al final de su vida útil (VFU) que están hechos de metales no ferrosos, metales ferrosos, plásticos, caucho, vidrio y otros materiales. Los niveles de pureza más altos se logran mediante la clasificación y abren nuevas líneas de comercialización para el reciclador, quien está cada vez más obligado a cumplir con regulaciones más estrictas establecidas por las 108 normas mexicanas relacionadas con el procesamiento, la comercialización, la extracción y el uso del aluminio.
De acuerdo con Data México, en 2020, los principales destinos comerciales de los residuos y chatarra de aluminio generados en México fueron Estados Unidos (US$172M), Brasil (US$58.6M), Corea del Sur (US$30.7M), Arabia Saudita (US$15.7M) y Alemania (US$10.3M). Los estados con mayores ventas internacionales de desechos y chatarra de aluminio fueron Nuevo León (US$158M), Puebla (US$56.6M), Baja California (US$35.6M), Chihuahua (US$35.6M) y Coahuila de Zaragoza (US$12.6M).
Tomra: tecnología para el reciclaje de aluminio
Para lograr reciclajes de alta calidad se necesita de tecnologías avanzadas como los equipos basados en sensores. Estas tecnologías son parte integral de una planta de clasificación o reciclaje en la que se recuperan los recursos reciclables de los flujos de residuos metálicos.
Al respecto, Julio Barrientos, Recycling Sales Manager en México de TOMRA destaca que: «la naturaleza compleja del procesamiento de los residuos metálicos, incluida la chatarra conocida como Zorba, a menudo requiere algo más que un equipo estándar. La clasificación basada en sensores para metales de TOMRA funciona combinando diferentes tecnologías para permitir la recuperación de fracciones metálicas de alta pureza, incluso a partir de los fragmentos más difíciles en términos de composición, tamaño de partícula y mezcla de flujos de residuos y metales mixtos. Al aumentar su pureza, una tecnología de clasificación como la de TOMRA, permite maximizar los beneficios de los metales y aprovechar los materiales valiosos que contiene la Zorba».
TOMRA es líder mundial en la automatización de la clasificación de residuos. La tecnología de clasificación basada en sensores de TOMRA reduce las barreras comerciales y operativas y permite al reciclador comercializar el 99% de aluminio sin magnesio en el mercado nacional. La combinación de tecnologías basadas en sensores hace que valga la pena clasificar Zorba para venderla con un mayor beneficio que antes. El X-TRACT de TOMRA separa los metales pesados del aluminio con gran precisión, por lo que se pueden alcanzar purezas de aluminio del 98-99%.