El reciclaje mecánico es el método de reciclaje más simple y común, y se aplica a la mayoría de los plásticos que usualmente utilizamos, como Polietileno (PE), Polipropileno (PP), Polietilén Tereftalato (PET), Poliestireno (PS) y sus copolímeros, Policarbonato (PC), Policloruro de Vinilo (PVC) y Poliamidas (PA), entre otros. Los plásticos más comunes representan poco más del 90% del consumo mundial y son fáciles de reciclar por fusión, con excepción del Poliuretano (PUR).
El reciclaje químico se está desarrollando sobre todo para el otro 10% de los plásticos mencionados antes, como el PUR, Epoxis (EP) y otros materiales termofijos que no se pueden fundir y reciclar de la manera normal, además de algunos Poliestirenos y Poliésteres como el PET.
Este tipo de reciclaje requiere de más energía, más productos químicos y más inversión para llevarlo a cabo. Funciona, pero solo se necesita para una pequeña fracción de plásticos y puede resultar que, a gran escala, no sea verde o viable. La ciencia sigue dando muchas sorpresas y con seguridad en un futuro próximo se podrá abordar esa pequeña fracción de plásticos difíciles de reciclar.
Ante este panorama, resulta obvio que la gente se pregunte: ¿Por qué no se recicla más plástico?, la respuesta es compleja, no obstante, la principal razón se debe a la manera en cómo se recolectan los desechos plásticos, los cuales, deben limpiarse, clasificarse y molerse antes de que puedan reciclarse. “Uno no puede nada más tirar plástico sucio mezclado en una máquina y sacar un buen producto. Se necesita inversión para que todo esto suceda en todos los países”, puntualiza DeArmitt.
En realidad, las tecnologías del reciclaje avanzan y, aunque en la actualidad es posible fundir varios plásticos juntos y hacer piezas con la mezcla, las propiedades mecánicas, como la tenacidad y la resistencia al impacto, no serán tan buenas como si cada plástico se clasificara y volviera a fundir por separado. Lo mismo se aplica a metales y vidrios. Es importante separar el acero del aluminio, o el cobre de cualquier otro material.
Si bien existen múltiples tecnologías para el reciclado de plásticos, es importante considerar qué pasa con la economía. El precio del plástico reciclado varía dependiendo de muchos factores, incluido el precio del petróleo, por lo que un día el reciclaje puede resultar rentable, pero al siguiente ya no.
Si hubiera dinero para reciclar plásticos, entonces habría un negocio próspero, pero sabemos que ese no es el caso. En estos días, las grandes empresas dueñas de marcas han firmado compromisos para comprar enormes volúmenes de plástico reciclado a precios garantizados y eso ha permitido a las empresas de reciclaje surgir para satisfacer la demanda estable.
Las trazas de impurezas presentes en el plástico reciclado pueden provocar olores desagradables que deben ser atrapados o neutralizados con aditivos. Mientras que los plásticos vírgenes suelen ser blancos o incoloros, los plásticos reciclados a menudo son grises, y ese color varía con el tiempo. Los propietarios de marcas piden plástico reciclado, pero es posible que no se den cuenta de que no podrán hacer productos atractivos con los colores de su marca. Agregar mucho más pigmento puede ayudar, pero en algunos casos, es imposible de plano lograr el color deseado sin importar cuánto pigmento adicional se use.
Otro factor es la oferta. Cuando las grandes firmas, dueñas de marcas desean lanzar una gama de productos envasados con botellas de plástico reciclado, deben estar 100% seguras de que el plástico reciclado estará disponible todos los días, que el producto esté en producción. Los cierres de fábricas debido a la falta de materias primas son caros e inaceptables.
La consistencia del suministro es vital, pero también lo es la consistencia de la calidad del material plástico. El plástico virgen es puro y consistente, mientras que los plásticos reciclados deben limpiarse y pueden variar con el tiempo dependiendo de las fuentes. La falta de consistencia presenta un problema para el fabricante que intenta producir piezas. Es posible que tengan más rechazos y desperdicios, además de que deberán ajustar el equipo para tener en cuenta cualquier cambio.
Para que se recicle más plástico, debemos asegurarnos de que haya un mercado estable y atractivo para él y continuar haciendo avances técnicos.
La mayoría de los plásticos comunes que usamos hoy en día se pueden reciclar varias veces, lo que reduce el uso de material virgen y también ahorra energía. “Desafortunadamente, existe la percepción de que deberíamos alejarnos del plástico y acercarnos al metal y al vidrio, en parte porque esos materiales se reciclan actualmente a un ritmo más alto en los Estados Unidos”.
Sin embargo, eso es pensar hacia atrás. “¿Por qué elegir el metal y el vidrio, dos materiales que son terribles para el medio ambiente, y usarlos una y otra vez, lo que significa quemar grandes cantidades de energía? Repetir un error no mejora las cosas, las empeora. Ese es un enfoque loco porque sabemos que los plásticos requieren mucha menos energía para hacer y reciclar”.
En resumen, numerosos estudios científicos indican con toda claridad que:
- Los plásticos son a menudo la opción más ecológica (como lo demuestra LCA)
- Los plásticos son reciclables
- Los plásticos se reciclan en grandes cantidades hoy en día en todo el mundo
- Las tasas de reciclaje de plástico son especialmente bajas en los Estados Unidos y se necesitan mejoras
Para concluir el capítulo dedicado al reciclaje, Chris DeArmitt hace otras consideraciones: “Finalmente, podría valer la pena preguntarse por qué nos preocupa el reciclaje de plásticos en primer lugar. Es porque existe la percepción de que nos estamos ahogando en plásticos y que hay que hacer algo de inmediato. Sin embargo, una vez más, el público ha sido engañado. Los plásticos representan una pequeña fracción de los residuos totales. Otros materiales como alimentos, papel y cartón, y escombros de construcción, generan muchos más desechos que los plásticos”.
Por alguna razón, se pregunta, “hay un enfoque obsesivo en los plásticos, lo que significa que estamos gastando el 100% de nuestra atención y dinero en abordar un pequeño subconjunto del problema de los residuos. Si realmente queremos tener un impacto, no podemos seguir obsesionándonos con los plásticos e ignorando el otro 99% de los residuos”.
Cifras del reciclaje
En Estados Unidos, por ejemplo, se recicla sólo el 9% de los plásticos. Una lista de los cinco mejores países de reciclaje revela lo que aportan a esta actividad: Alemania, 56%; Austria, 54%; Corea del Sur, 54%; Gales, 52%; y Suiza, 50%. Cabe contrastar que, en 1991, Alemania apenas reciclaba el 3% de sus desechos plásticos, por lo que se han logrado grandes mejoras allí, algo que no ha sucedido en la Unión Americana. En la Figura 4 se registra claramente la evolución que ha tenido la producción de plásticos global y el reciclado.
Desde la entrega de la responsabilidad de la gestión de residuos a las empresas de envasado, hasta la reutilización de materiales para su propósito inicial, los mejores países de reciclaje del mundo están ideando formas innovadoras para mejorar su juego de sostenibilidad.
Según reportes del Banco Mundial, se generan 2,010 millones de toneladas de residuos sólidos municipales al año en todo el globo, y al menos el 33% de ellos no se gestionan de manera segura en términos ambientales.
Los residuos generados por persona y día en todo el planeta promedian 0.74 kilogramos, pero varían ampliamente, de 0.11 a 4.54 kilogramos. Aunque solo representan el 16% de la población mundial, los países de altos ingresos generan alrededor del 34%, o 683 MTon, de los desechos del mundo.
De cara al futuro, se espera que los residuos mundiales crezcan para 2050 a 3,400 millones de toneladas, más del doble del crecimiento de la población durante el mismo período. En general, existe una correlación positiva entre la generación de residuos y el nivel de ingresos. El estudio se puede consultar en: https://datatopics.worldbank.org/what-a-waste/trends_in_solid_waste_management.html
Como muestran estas estadísticas, los gobiernos de las principales naciones de todo el mundo están haciendo más para desarrollar programas de reciclaje. Desde que el 1 de enero de 2018, China cerró sus fronteras a las importaciones de papel y residuos plásticos. Como reacción, los países desarrollados, especialmente en Europa, se vieron obligados a repensar la organización de la industria del reciclaje. La tasa de reciclado por tipo de plástico es un factor importante a considerar para seguir impulsando la economía circular de los materiales. La Figura 5, una investigación propia de Ambiente Plástico, revela los porcentajes de reciclado de los distintos plásticos en México durante el 2021.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Georgia, 111 millones de toneladas de plástico que se tenía planeado exportar a China para 2030, tuvieron que encontrar un nuevo destinatario para su tratamiento. Por supuesto, como China cerró sus puertas, países como Malasia, Vietnam, Tailandia e Indonesia dispararon las importaciones de residuos plásticos.
Sin embargo, estos mercados, que a menudo tienen infraestructura subdesarrollada, también tuvieron que limitar sus importaciones o, al menos, endurecer sus reglamentos. La decisión de China también se convirtió en una oportunidad para el sector europeo del reciclaje, que tuvo que adaptarse a esta nueva circunstancia. Desde entonces, el número de plantas de reciclaje se incrementó en todo el mundo y México no es la excepción.
Un informe reciente reveló que Europa alcanzó 8.5 millones de toneladas de capacidad instalada de reciclaje en el año 2020. En Noruega se utiliza un sistema de disposición de residuos que es tan eficaz, que el 97% de las botellas de PET se devuelven y reciclan varias veces. Otros países han seguido este modelo altamente exitoso y han logrado tasas de retorno de más del 90%. Actualmente, el mercado de plásticos reciclados experimenta un importante desarrollo debido a su creciente preferencia sobre los plásticos vírgenes.
Los sectores que, en línea con la economía circular, están buscando utilizar plásticos reciclados sin afectar la calidad de las aplicaciones, son la industria del envase y embalaje, la automotriz y la eléctrica-electrónica.
Paradójicamente, la oleada de iniciativas y leyes que regulan o prohíben el uso del plástico, ofrecen en todo el mundo oportunidades lucrativas para el crecimiento del mercado de plásticos reciclados. El mercado de envases está aumentando porque los plásticos reciclados son cada vez más protagonistas en el envasado de alimentos y bebidas, y porque los avances tecnológicos han hecho que las resinas recicladas sean adecuadas para aplicaciones alimentarias, característica que no se veía años atrás.
El PET es el material que más se recicla y que tiene el más rápido crecimiento del mercado porque se clasifica y recolecta con más facilidad. Sin duda, el mercado de plásticos reciclados seguirá creciendo en todo el mundo debido a las iniciativas globales para aumentar su uso y a que las grandes empresas dueñas de marca se han comprometido en acuerdos mundiales a incrementar el uso de plásticos reciclados en sus productos.
El panorama se enriquece aún más si se toma en consideración un estudio publicado por la Oficina Europea de Patentes (OEP), titulado «Patentes para los plásticos del mañana: Tendencias globales de innovación en reciclaje, diseño circular y fuentes alternativas«. Desde una perspectiva global, la investigación informa que Europa y Estados Unidos lideran la innovación en el reciclaje de plásticos y las tecnologías de plásticos alternativos.
El reporte destaca que, dentro de Europa, Alemania registró la mayor participación de actividad de patentes, tanto en el reciclaje de plásticos como en tecnologías de bioplásticos (8% del total mundial). Además, señala que, en los campos del reciclaje químico y biológico, la investigación juega un papel mucho más importante que en otras tecnologías de reciclaje de plásticos, con casi el 20% de las invenciones originadas en universidades y organizaciones públicas, donde Europa y Estados Unidos tienen una clara ventaja, cada uno con un 29% de esas Familias de Patentes Internacionales (IPF) provenientes de instituciones de investigación.