Brett Fors, profesor de química y biología química en la Universidad de Cornell, destaca que, hasta ahora, el 100% de los materiales termoendurecibles terminan incinerados o en vertederos, ya que no se reciclan. Sin embargo, en su laboratorio crearon una alternativa formulada con materia prima de origen biológico que aporta la durabilidad y maleabilidad de los termoendurecibles reticulados, pero que puede reciclarse y degradarse con facilidad.
El equipo de Brett Fors se concentra en el dihidrofurano, o DHF, un monómero (o componente químico básico) que puede fabricarse a partir de elementos biológicos y que tiene el potencial de competir con las materias primas derivadas del petróleo. Esto es posible gracias a sus propiedades, que son comparables a las de los termoendurecibles comerciales, incluido el Poliuretano de Alta Densidad.
Reciclables, biodegradables y versátiles
Los materiales basados en DHF son equivalentes a los plásticos utilizados en productos como suelas de calzado deportivo, burletes para puertas y mangueras. También son equiparables a los plásticos empleados para desarrollar aplicaciones de cadera de reemplazo y bolas de bolos, pero, en todos los casos, con la ventaja añadida de ser reciclables y biodegradables.
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Según Brett Fors, los productos elaborados a partir del DHF promueven una economía circular, ya que pueden reciclarse hasta su monómero básico y reutilizarse desde el inicio. Si acaso el material se filtra al medio ambiente, con el tiempo se degrada en componentes benignos.
Referencia: “Termoestables degradables mediante polimerizaciones ortogonales de un único monómero” por Reagan J. Dreiling, Kathleen Huynh y Brett P. Fors, 29 de enero de 2025, Nature.
