¿Qué pasa con el plasma?

Los polímeros son materiales de bajo costo y presentan propiedades atractivas, como baja densidad, ligereza, facilidad de procesamiento y, debido a su estructura, resultan tan versátiles que se pueden emplear en la industria automotriz, aeronáutica, espacial, envase y embalaje, entre otras.
Sus aplicaciones en el sector médico se incrementan potencialmente con tecnología de plasma, un cuarto estado de la materia, después del sólido, líquido y gaseoso, que tiene la capacidad de modificar químicamente la superficie de un material y generar nuevos grupos sobre la superficie.
Este elemento se compone de iones, electrones, especies metaestables, radiación UV, átomos, moléculas…, y sus características dependerán, específicamente, del gas que se emplee en su conformación.
Si un polímero se modifica con plasma de aire, presentará nuevos grupos químicos con oxígeno y nitrógeno en su superficie. Por el contrario, si se altera con nitrógeno, entonces se relacionará, exclusivamente, con dicho elemento. Cabe destacar que se puede aplicar a recubrimientos ultra-delgados para diferentes tipos de sustratos.1

El plasma se genera en un reactor

Esto ocurre a vacío, o bien, a presión atmosférica. Los tratamientos químicos suceden en cuestión de segundos o minutos. Otra ventaja es que requiere de cantidades pequeñas de gases o líquidos para llevar a cabo la modificación. Se trata de una tecnología ambientalmente benigna.2
En el caso de los polímeros que se aplican en el área médica, sobre todo aquéllos que estarán en contacto con partes del cuerpo humano, es necesario que la superficie sea biocompatible. En función de esto, se emplean diferentes técnicas químicas que, generalmente, incluyen el plasma.
Por ejemplo, los lentes de contacto se modifican superficialmente con plasma de nitrógeno o con el de algún monómero para generar grupos químicos biocompatibles con la retina del ojo.3
Los implantes mamarios a base de silicón también se pueden tratar superficialmente en un reactor, a fin de evitar un rechazo del cuerpo hacia el nuevo elemento.4,5
Otro caso son los implantes sintéticos con partes a base de polímero o de metal, que, como las válvulas para el corazón, se pueden modificar.6,7
Mientras tanto, el Polietileno de ultra alto peso molecular (UHMWPE) se emplea, principalmente, para reemplazar el cartílago dañado en cirugías que requieren de la sustitución total de articulaciones.8,9

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