En fibras y estructuras de fibra, China e India consumen alrededor del 44% de su PP en esta categoría y las regiones desarrolladas, como Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, consumen alrededor del 24%, 14% y 7%, respectivamente.
En particular, la categoría de uso final de moldeo por inyección parece estar inversamente relacionada con la madurez y el crecimiento global del consumo en países y regiones. Es decir, a medida que el país o la región madura, el crecimiento se ralentiza y la segmentación del uso final del PP se desplaza hacia el moldeo por inyección, tal vez porque el crecimiento de moldeo, que obedece a una función de sustitución de otros materiales, tarda tiempo en ocurrir.
El sector automotriz constituye uno de los principales mercados de uso final para el PP moldeado por inyección. La muy baja densidad de este polímero, combinada con sus buenas propiedades mecánicas y de procesamiento, lo hacen especialmente adecuado para dicho mercado, siempre consciente del costo y necesidad de ligereza.
Además, existe una gran variedad de productos inyectados del PP, incluyendo tapas de recipientes, partes de aparatos electrodomésticos, jeringas desechables y una amplia gama de productos domésticos.
El crecimiento económico en China y en el subcontinente indio seguirá impulsando la demanda mundial del PP y sus aplicaciones. Estas dos regiones tendrán las mayores tasas de crecimiento anual en los próximos cinco años, en torno al 6% y 9%, respectivamente.
Aunque no se prevé ninguna disminución en los mercados regionales, se estima que Japón crecerá mucho más lento que sus contrapartes. Los mercados de las economías más maduras, como Estados Unidos y Europa Occidental, seguirán creciendo, aunque a un ritmo más lento que el proyectado a nivel mundial entre 2018 y 2023. Para 2022, la demanda global de PP habrá aumentado un 25% desde el nivel actual, a una tasa media anual del 4.7%.