El Acuerdo de París de 2015 marcó un punto de inflexión en la campaña contra el cambio climático, ya que los líderes mundiales prometieron su apoyo para adoptar prácticas energéticas más limpias y sostenibles. Con los fenómenos climáticos sucediendo a la orden del día, es un momento excelente para refinar nuestra misión y optimizar nuestras acciones para el éxito.
La investigación apunta a una oportunidad (contaminada)
En su último informe, el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático, por sus siglas en inglés) advirtió sobre los principales efectos negativos para la humanidad y el planeta si las temperaturas globales aumentaran por encima de los 1.5℃ objetivos. Si las temperaturas suben a 2℃, advierte consecuencias aún más dramáticas.
El informe concluye que alcanzar cero emisiones netas de CO2 a nivel mundial para 2060 es de importancia crítica. Si bien esto puede parecer un objetivo elevado, desde hace mucho tiempo, la ventana para una acción decisiva se cierra rápidamente; la viabilidad económica es esencial para el éxito de cualquiera de estos esfuerzos.
Siendo los sectores energéticos e industriales algunos de los principales contaminantes, es imperativo que se enfoquen principalmente en ayudar a la industria pesada y del transporte a lograr emisiones netas cero sin depender de las compensaciones del uso de la tierra.
En mi opinión, esto es posible en las economías desarrolladas para 2050 y en las economías en desarrollo para 2060.
Refinando nuestra misión para el éxito (óptimo)
Como Comisionado de la ETC (Comisión de Transiciones de Energía, por sus siglas en inglés), tengo el privilegio de ser parte de un grupo diverso de líderes y compañías de energía que están acelerando el cambio hacia sistemas de energía con bajas emisiones de carbono al tiempo que permiten un desarrollo económico sólido.
Durante el último año, la ETC se dedicó a definir un camino hacia las emisiones netas nulas de los sectores más difíciles de reducir. El resultado es el Informe Misión Posible; sus hallazgos muestran que no sólo es posible tal cambio, sino que también es asequible y potencialmente rentable.
Las estimaciones actuales sugieren que, para mediados de siglo, el costo para la economía será inferior al .5% del PIB mundial, con un impacto insignificante en los estándares de vida del consumidor.
Con el lanzamiento del Informe Misión Posible, demostramos que esta transición (que alcanza las cero emisiones netas de carbono en industrias más difíciles de eliminar para mediados de siglo) puede lograr innovación e inversión con un costo mínimo para la economía global, a través de políticas ambiciosas.
Se basa en el informe de 2017 (Better Energy, Greater Prosperity) y profundiza en los sectores que hoy en día se consideran como «difíciles de descarbonizar» sólo a través de la eficiencia energética y la electrificación.
A medida que el mundo se vuelve más electrificado y la electricidad se descarboniza, la importancia de estos sectores crece para alcanzar la descarbonización total de la economía mundial para el año 2060.
El camino hacia las cero emisiones netas
Primero, explora todas las rutas de descarbonización del suministro de energía y materia prima. Incluye un análisis exhaustivo de la electrificación, así como alternativas como la bioenergía de hidrógeno. También proporciona un análisis cuantificado de las principales ventajas y limitaciones dentro de cada sector, así como una revisión de la competitividad de los costos. Esto conduce a una exploración definitiva sobre cómo gestionar la transición a las emisiones netas a cero para estas industrias pesadas.
A diferencia de la mayoría de los informes convencionales, éste también examina cómo optimizar la demanda para mitigar el impacto de los sectores «difíciles de eliminar» dentro del presupuesto de carbono.
Si bien la eficiencia energética sigue siendo un factor clave, los nuevos modelos económicos, como los cambios modales de transporte y la economía circular, tendrán un papel importante en estos sectores.
En los próximos años, también estamos obligados a presenciar muchos avances con tecnología de baterías, electro y bioquímica, nuevos materiales y diseño de servicio eficiente: todos con un gran potencial para alterar significativamente el panorama de oportunidades.
La pieza final del rompecabezas somos nosotros. Los responsables políticos, los inversores, las empresas y los consumidores responsables de acelerar este cambio.
Por lo tanto, la sección final del informe analiza las recomendaciones para la adopción de políticas, específicamente la migración que impulsa el clima, la eficiencia energética, la gestión de la demanda y la descarbonización de la energía, así como describe el papel del sector privado en la transición.