Al menos 15 organizaciones ambientalistas intentan detener el avance de Project One, la mayor planta petroquímica de Europa, que construye ahora mismo INEOS, la empresa de Sir Jim Ratcliffe, en Amberes, Bélgica.
La ONG ClientEarth presentó el miércoles por la tarde documentos ante un tribunal con el objetivo de detener la construcción del Proyecto Uno (Project One), una enorme planta de craqueo de productos químicos para producir plásticos.
La medida surge como parte de una larga batalla legal de grupos ambientalistas para impedir que INEOS construya una planta que produciría etileno para la producción de plástico a una escala nunca antes vista en Europa.
Una batalla legal de varios años
El verano pasado se anuló una licencia anterior porque la empresa no había examinado el impacto de las emisiones de nitrógeno en el medio ambiente, pero el gobierno belga emitió una nueva licencia este año por lo que INEOS tendrá que demostrar que el cracker es climáticamente neutro dentro de diez años.
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El craqueador de etano de INEOS en el puerto de Amberes, una planta donde se produce etileno «craqueando» las moléculas de gas etano, recibió un nuevo permiso ambiental condicional del Ministro de Medio Ambiente flamenco, Zuhal Demir (N-VA). El permiso cubre la construcción y explotación de la instalación ‘Project One’ de la empresa química británica.
«Basándonos en el expediente que tenemos ante nosotros, la evaluación adecuada y los dictámenes condicionalmente favorables, otorgamos este permiso ambiental», dijo Demir en un comunicado.
ONGs al ataque
Esta semana, los abogados de ClientEarth, junto con 14 ONGs más, adoptaron una nueva posición legal contra INEOS, mientras el gigante petroquímico continúa sus esfuerzos para construir el proyecto de plásticos más grande de Europa.
Los grupos ecologistas presentaron su nuevo caso contra las autoridades flamencas, marcando una nueva fase en su larga batalla legal contra el «Proyecto Uno» de INEOS. De acuerdo con los grupos ambientalistas, INEOS no ha logrado detallar a las autoridades el verdadero impacto del desarrollo en las personas, la naturaleza y el clima, no solo en la región, sino a lo largo de toda la cadena de valor, incluidas las emisiones de “Alcance 3”.
Los grupos argumentan que la aprobación del proyecto por parte de las autoridades flamencas sin exigir primero una evaluación completa de sus impactos es ilegal según las leyes nacionales y de la UE.
