Nueva Zelanda se convirtió en el primer país del mundo en prohibir las bolsas de plástico para productos agrícolas, como frutas y verduras, en tiendas comestibles, incluidas aquellas hechas de plástico reciclable, biodegradable o de origen vegetal.
La prohibición de bolsas para productos agrícolas, frutas y verduras, no es la única nueva restricción de plástico que entró en vigor en Nueva Zelanda el 1 de julio. El país también prohibió la fabricación, venta y distribución de platos, tazones y cubiertos de un solo uso, y las tiendas solo estarán permitido ofrecer popotes de plástico a personas con discapacidad o necesidades de salud.
“El plástico es una parte siempre presente en nuestras vidas. Pero a menudo no se desecha correctamente y termina en el medio ambiente, descomponiéndose en contaminación por microplásticos”, dijo James Palmer, director ejecutivo del Ministerio de Medio Ambiente de Nueva Zelanda. “Este es un problema creciente en nuestros entornos marinos y de agua dulce”.
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Palmer dijo que espera que la nueva prohibición elimine de la circulación cada año 150 millones de bolsas de plástico para productos agrícolas, o 17,000 bolsas de plástico por hora.
Si bien otros países en todo el mundo están impulsando la transición en contra de las bolsas de plástico de un solo uso, ya sea imponiendo tarifas por su uso o prohibiéndolas en las tiendas, Nueva Zelanda es la primera nación en extender una prohibición a nivel nacional sobre las bolsas de plástico para productos agrícolas.
¿Las alternativas al plástico son realmente sostenibles?
Aunque el plástico sigue siendo un material constantemente atacado por organizaciones a favor del medio ambiente, científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, encontraron que las bolsas de plástico de un solo uso hechas con Polietileno de alta densidad (HDPE) tienen una huella ambiental menor que el papel o las bolsas de algodón multiusos.
Los investigadores modelaron el impacto ambiental desde la producción hasta el fin de uso de distintas bolsas de compras y concluyeron que en las principales ciudades del mundo, como Singapur, las bolsas de plástico reutilizable hechas de plástico no tejido de Polipropileno son una opción más ecológica.
En segundo lugar se ubican las bolsas de plástico de un solo uso (hechas de Polietileno de alta densidad). En tercera posición, con mayor impacto al medio ambiente, se colocan las bolsas de papel de un solo uso y en cuarto lugar las bolsas de algodón de varios usos.