Sergio Manchado Atienza, director de Latinoamérica de STADLER asevera que existen diferencias entre los distintos grados de automatización, pero, “para que pueda haber una industria del reciclaje, la automatización en los procesos es absolutamente necesaria”. Y la razón, apunta: “Es que permite tratar volúmenes de residuos mayores y llegar a los grados de pureza requeridos”.
En opinión del entrevistado, el camino hacia una automatización mayor y hacia la implementación de tecnología en México, en comparación con otros países, ha sido muy gradual, debido al bajo costo de la mano de obra.
Sin embargo, comenta que los actores principales se están percatando de que la mano de obra no está reñida con la automatización, sino que es complementaria, y que un buen balance garantiza la mejor rentabilidad posible.
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“La automatización permite tratar volúmenes mayores. A nivel nacional, contamos con un alto número de grandes ciudades. Sería imposible gestionar los volúmenes diarios de residuos generados sin contar con automatización o tecnología y tener resultados altos de eficiencia de separación y recuperación de materiales valorizables”.
Sergio Manchado subraya que la tecnología también permite obtener una separación mucho más precisa, diversa y especifica. De hecho, con apoyo de ésta, no es para nadie un secreto, que se consigue separar los residuos plásticos por distintos tipos de polímeros y de color.
De esta manera, explica el ejecutivo, “…al tener un producto de mayor calidad y aumentar su capacidad de reciclaje, se otorga mayor valor económico y práctico a los subproductos”.
Sobre este punto, es importante mencionar que datos de STADLER revelan que los principales desafíos a nivel nacional no radican en el diseño, montaje o implementación de tecnología; de hecho, como sabemos, la tecnología existe y ha sido comprobada en numerosas ocasiones.
Bajo ese contexto, Sergio Manchado apunta que “el reto principal consiste en comprobar que la inversión en tecnología es rentable y costeable a corto y mediano plazo con base en los resultados obtenidos y en unas tasas mucho mayores de recuperación de subproductos”.
El vocero de la firma STADLER hace hincapié en las inversiones importantes en plantas y tecnología que se han hecho en México en los últimos años, las cuales permiten separar materiales reciclables postconsumo, donde residen los volúmenes más grandes, y no solo en el residuo post-industrial o en plantas de lavado y reciclaje de envases plásticos.