Neste, Borealis y Covestro unieron esfuerzos para cerrar el círculo de la industria automotriz. Neste, con sede en Finlandia, y Borealis, de Austria, están reciclando químicamente neumáticos al final de su vida útil para convertirlos en productos químicos básicos que luego Covestro, con sede en Alemania, utiliza para producir policarbonato.
En una primera etapa del proceso, los neumáticos viejos se licuan hasta convertirse en aceite de pirólisis. Posteriormente, Neste refina el aceite para convertirlo en una materia prima de alta calidad que será utilizada luego en la fabricación de productos químicos y polímeros.
Tecnología de licuación de neumáticos
A inicios de 2024, la refinería finlandesa aplicó con éxito su tecnología de licuación en residuos de neumáticos. El material producido por Neste en el procesamiento cumplió con los requisitos de calidad pertinentes, validando así la idoneidad del reciclaje químico para el procesamiento de materiales de desecho más allá del plástico.
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Durante esa prueba, Neste obtuvo el aceite de pirólisis de Scandinavian Enviro Systems, una empresa sueca que desarrolló tecnología de pirólisis para extraer negro de humo y aceite de neumáticos al final de su vida útil.
Como parte de la nueva colaboración, Neste suministra a Borealis el aceite de pirólisis refinado. En una segunda etapa, Borealis lo procesa para obtener productos químicos básicos como fenol y acetona, que Covestro finalmente utiliza para producir policarbonato.
Finalmente, el material se utiliza para fabricar piezas muevas de automóviles, como faros y parrillas de radiador, y el contenido reciclado se atribuye mediante un método de balance de masa certificado ISCC-plus.
Rumbo a una producción de policarbonato circular
Covestro es uno de los mayores productores de policarbonato del mundo. En 2021, lanzó el primer grado de policarbonato climáticamente neutro. El año pasado, la compañía alcanzó un hito importante con su propia tecnología de reciclaje químico de policarbonato. La empresa está desarrollando ahora mismo su proceso de quimiolisis a escala piloto para lograr un proceso continuo que eventualmente pueda escalarse industrialmente.
Los primeros productos basados en la nueva colaboración ya están disponibles, ya que cada parte ha fabricado el primer lote de su respectiva contribución al proyecto.
Además de los policarbonatos, los socios del proyecto también podrían considerar como posible producto final los poliuretanos, que también podrían llegar a partes del interior de un automóvil.
Las empresas dijeron en un comunicado que se debe considerar el potencial de ampliar este tipo de desarrollos al establecer objetivos ambiciosos para futuras regulaciones de la UE, como el Reglamento sobre vehículos al final de su vida útil. Esa regulación exige, por ejemplo, que el 25% del plástico utilizado para construir vehículos nuevos sea reciclado.
