Eduardo Medrano, presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT), asegura que cada dólar que se invierte en un molde es responsable de producir miles, decenas y hasta cientos de miles de dólares en productos y beneficios económicos.
Como refiere el directivo, “se puede ocupar para fabricar 100 mil, 1 o 10 millones de piezas”.
A decir del directivo, los moldes no se integran en ningún nivel de la cadena de proveeduría, sino que dan apoyo de manera independiente, puesto que, “los herramentales, moldes, troqueles, dispositivos…, son la base para que un país genere tecnología”.
En este sentido, destacó que la industria debe de existir, ya que le ofrece a la nación un valor agregado: Creación de nuevos productos, correcciones de diseño rápido, y costo competitivo.
“Muchas empresas mexicanas consideran que la compra de moldes es una decisión totalmente financiera. Sin embargo, la realidad es otra, pues se trata de una estrategia de negocios, que la empresa debe tener, si lo que busca es posicionarse en el mercado y competir”.
Asimismo, explicó que la fortaleza de negocio para quien fabrica moldes es mantener el control de la propiedad intelectual, proteger sus diseños y, en el caso de México, apostar por el desarrollo de proveeduría nacional.
“Como gerente de operaciones, yo quiero que mi soporte sea local: mantenimiento, correcciones, ingeniería…, de lo contrario se empieza a perder los elementos que optimizan los procesos productivos de la empresa”.