De acuerdo con resultados de exploraciones sísmicas y la perforación de pozos exploratorios, se han identificado en la parte mexicana del Golfo de México profundo, yacimientos de aceite ligero, aceite pesado y gas. En ese contexto, la Comisión Nacional de Hidrocarburos estima que 25% de los recursos prospectivos de petróleo y gas, es decir, 28 mil millones de barriles de crudo equivalente, se encuentra en aguas profundas del país.
No obstante, cuando se trata de aguas profundas, esas plataformas fijas ya no son viables técnicamente debido a que los tirantes de agua superan los 500 metros, por lo que se debe recurrir a plataformas flotantes ancladas al fondo marino y diseñadas para soportar los embates de tormentas, como los huracanes que generan olas, vientos y corrientes marinas extremas.
El Laboratorio de Aseguramiento de Flujo, del Centro de Tecnología para Aguas Profundas, aplica diferentes metodologías experimentales para la caracterización fisicoquímica, termodinámica e hidrodinámica de los hidrocarburos.
Entre los principales equipos con que cuenta este laboratorio para atender las necesidades de la industria, se encuentra un equipo para el estudio del desplazamiento de fluidos en medios porosos.
Este equipo es posible realizar diferentes pruebas experimentales. Por ejemplo, permite identificar las concentraciones óptimas de inyección de algún producto químico para mejorar el desplazamiento del hidrocarburo desde el yacimiento hasta la superficie.