En los últimos años la cadena de suministro en México y el mundo tuvo un retroceso, de ahí que resulte clave implementar plantas productivas regionales. Se debe, además, trabajar de cerca con la industria de la manufactura para seguir creciendo no solo en materias primas sino en productos terminados.
En torno a la sustentabilidad, una colaboración que estamos estrechando cada vez más es con universidades dentro de Latinoamérica. Las universidades para nosotros son un aliado vital para demostrar gran parte de nuestra tecnología. Trabajamos, igualmente, muy de la mano de la industria manufacturera en México para desarrollar, no solo productos más eficientes, sino también productos circulares.
Como sabemos, dentro de la industria química, y de todos los sectores que atendemos, la circularidad es clave en los objetivos de nuestros clientes. Desarrollamos juntos nuevos materiales, así como nuevos procesos como los de recuperación de productos terminados para que se pueda ofrecer al usuario final materiales de la más alta calidad que incrementan el contenido de material circular recuperado.
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En el mercado se hacen cada vez más esenciales los portafolios enfocados en soluciones para mejorar la eficiencia energética, reducir la huella de carbono e incrementar la circularidad del plástico; las alianzas estratégicas con clientes, universidades y con el mismo gobierno, juegan un papel fundamental.
Durante este año vimos una aceleración en la implementación de programas sustentables. Para la reducción de CO2 en la industria manufacturera, uno de los mayores negocios es el de gases refrigerantes con un muy bajo impacto en calentamiento global.
Ciertamente, la pandemia aceleró la implementación de estos gases en varias industrias como retail y en los supermercados, a pesar de que en México no existe una regulación que la requiera.
Autor: Luis Ize, gerente general para la División de Materiales Avanzados de Honeywell para Latinoamérica