La pandemia de coronavirus desafía a gobiernos, empresas e individuos por igual, al tiempo que refuerza el papel clave que juegan los plásticos para mantener a las personas seguras y saludables.
La ironía es que, hasta hace poco, los polímeros en algunos sectores se consideraban el flagelo de la tierra, desde una perspectiva de sostenibilidad.
No obstante, la necesidad de encontrar formas de contener la propagación del coronavirus destacó las ventajas de los plásticos, incluida su capacidad para promover la higiene.
Fundamental los plásticos de un solo uso
Frente al COVID-19, algunos organismos gubernamentales, incluidos los estados de Nueva York y Maine, Estados Unidos, suspendieron las prohibiciones de plásticos de un solo uso, como las bolsas de compras minoristas, pues éstas evitan la propagación de gérmenes que las bolsas de telas reutilizables acumulan con frecuencia.
En este sentido, también es común ver envases de Poliestireno Expandido (EPS) no prohibidos, puesto que son efectivos como contenedores para llevar y entregar alimentos de restaurantes a domicilio.
Aumenta demanda de productos plásticos
Esto incluye carcasas y piezas para equipos médicos, como respiradores y ventiladores, así como de protección personal (EPP, por sus siglas en inglés) para trabajadores de la salud, como máscaras, batas y gafas.
A medida que los hospitales y clínicas luchan por mantenerse al día con la afluencia de pacientes, otros productos médicos estándar, como jeringas de Policarbonato (PC), tubos médicos de Policloruro de Vinilo (PVC) y bolsas de sangre ayudan a la causa.
Impresión 3D al rescate
La Manufactura Aditiva juega un papel vital frente al coronavirus. Recientemente, Issinova, empresa italiana de impresión 3D, produjo en cuestión de horas reemplazos para válvulas de ventilación agotadas en el mercado, lo que salvó la vida de varias personas en un hospital en Brescia.
La compañía usó un proceso de extrusión de filamentos y varias máquinas de modelado por deposición fundida (FDM, por sus siglas en inglés) para imprimir en 3D una válvula de plástico a un costo de aproximadamente un dólar por pieza.
Mientras tanto, en Wisconsin, Estados Unidos, los fabricantes de láminas de PET (Polietilén Tereftalato), las impresoras 3D y las empresas de embalaje unen fuerzas frente al coronavirus para producir protectores faciales de plástico transparente, muy necesarios en el sistema de salud de la Universidad de Wisconsin.
Plástico en los sectores salud y alimentos
El envase de plástico es vital para proteger y mantener los alimentos frescos, lo que reduce la contaminación y el desperdicio, además permite la distribución y dosificación eficiente de productos farmacéuticos.
Si bien es cierto que los desafíos relacionados con la sostenibilidad de los plásticos son importantes, no se puede negar las bondades de dicho material frente a la actual crisis pandémica por coronavirus.
Para más información sobre aplicaciones de plástico, tecnologías de materiales y equipos innovadores que salvan vidas, visita CHINAPLAS. A fin de detener la propagación del COVID-19 este año, la 34ª edición del evento tendrá lugar del 13 al 16 de abril de 2021 en el Shenzhen World Exhibition and Convention Center en Shenzhen.
