Bienestar a la naturaleza y a las personas
Desde nuevas formas para envasar productos, hasta el comercio electrónico más aplicado, el envase sigue un camino multifactorial de desarrollo
Los seres humanos sentimos la necesidad de creer de sentirnos seguros y de fiarnos de lo que nos rodea, tanto de objetos como personas; por lo que los productos que consumimos también entran en esta pirámide de vida por razones naturales, éticas y ambientales.
De acuerdo a la agencia de investigación de mercados, Mintel, y fundamentado en la Base de Datos Mundial de Nuevos Productos (GNPD), el 29 % de los productos de alimentos y bebidas lanzados entre septiembre del 2016 y agosto del 2017, incluyeron afirmaciones de características naturales (por ejemplo: sin aditivos/ conservantes, producto orgánico, libre de transgénicos).
Del mismo modo, las afirmaciones sobre características éticas y ambientales, por ejemplo, envases ecológicos, así como las afirmaciones sobre bienestar humano y animal, aumentaron a 22% en productos de alimentos y bebidas lanzados entre septiembre del 2016 y agosto del 2017, en comparación con el ínfimo 1% para el mismo período entre 2006-2007.
La transparencia en alimentos y bebidas, tanto por su contenido como por su envoltorio, puede tomar muchos y diferentes caminos, pero deben ayudar a aumentar la confianza de los consumidores en la seguridad y la pureza de los alimentos y las bebidas que adquieren.
En el Estudio Tendencias globales de alimentos y bebidas para 2018, elaborado por esta misma agencia, se afirma que los envases que mejor entregan, protegen y conservan los alimentos, y reducen, e incluso, eliminan el desperdicio de alimentos pueden convertirse en un salvavidas entre marcas ansiosas por llegar a los consumidores con mensajes puntuales sobre desperdicio de alimentos, y consumidores que exigen que las grandes marcas hagan más para proteger y preservar los recursos del planeta.
“El envase no sólo desempeña un papel central en la comunicación de beneficios y características clave, sino que puede ayudar a dar forma a la experiencia del consumidor con el producto y a desempeñar un papel en la prevención del desperdicio de alimentos”, asegura John Owen, Analista Senior de Alimentos y Bebidas de la firma investigadora.
UNA NUEVA MENTALIDAD DE TRANSFORMADORES Y CONSUMIDORES
Con el objetivo de encontrar nuevas formas de experiencia por parte de los consumidores y, al mismo tiempo, novedades que impacten el comercio de los productos a través de sus envases, se generan acciones novedosas que cubran ambos parámetros para incentivar que los envases continúen siendo el depositario de los deseos de las personas.
Un punto importante es que muchos consumidores están optando por los llamados pouches, los cuales han tenido un crecimiento anual del 6.2% y alcanzarán los 40 mil millones de dólares para este año, gracias a sus estructuras de alta barrera, películas especiales y laminaciones con diferentes sustratos.
A la par, el envasado Darfresh, extiende la vida en el estante de 6 a 16 días del solomillo; permite a los filetes cortarse y madurarse en el envase, lo que suprime la necesidad de envases separados para este proceso. Casos similares se viven con el pepino, el queso y los berros.
Por otro lado, la próxima generación de tecnologías inteligentes, activas y habilitadas para dispositivos móviles, junto con el envase de alimentos, potenciarán la conexión con la ética de marca y permitirá tomar decisiones más informadas sobre la compra.
Además, las marcas están buscando formatos de envases contemporáneos para ayudar a revitalizar los pasillos de los centros comerciales, con cambios en los productos para alinearse con el interés del consumidor, por ejemplo, relacionando frescura a través de la visibilidad. Ejemplos de ello son TruVue Can y la lata Klear, de Milacron.
Las marcas deben aprovechar que, al paso que avance la tecnología, el envase multisensorial será el que maneje los destinos de compra y la confianza en el producto.
Se incluye en esta nueva dinámica, que el comercio electrónico será el dinamizador con el que los usuarios adquirirán más del 80% de sus productos, por lo que el envase debe garantizar una sólida experiencia. Tanto así que el propio Amazon lanzó en el 2017, una variedad de productos propios con las marcas Happy Belly y Wickedly Prime, ofreciendo marcas exclusivas para quienes compran comestibles por Internet.