Las estrategias de Walmart en materia de sustentabilidad están basadas en tres ejes fundamentales: 1) abastecimiento de energía renovable al 100%, actualmente con seis proyectos de energía eólica y dos de energía hídrica; 2) reciclar todos los materiales que salen de las tiendas para generar cero desechos a rellenos sanitarios, vertederos y tiraderos, objetivo que se ha alcanzado en un 74% y 3) ofrecer más productos sustentables a los consumidores.
Es importante destacar que el material de empaque, cartón o plásticos, así como los residuos orgánicos de Walmart son destinados, los primeros, a reciclaje, mientras que, la merma de los productos perecederos se dona a bancos de alimentos, o bien, se aprovechan en composta o como alimentos para ganado.
Walmart produce cerca de 17 mil toneladas al año de residuos plásticos y, cada vez más, optimiza su sistema de aprovechamiento de recursos. Algunos ejemplos de economía circular y sustentabilidad dentro del Grupo son los ganchos de ropa, dispositivos con los que la compañía ha logrado un ciclo cerrado, puesto que los ganchos que el cliente deja en la compra de prendas de vestir se envían de vuelta al proveedor, donde se limpian para reutilizar, o se reciclan en nuevos ganchos.
El plástico postconsumo en México tiene mercado. El playo o película stretch con el que se emplayan las tarimas de Walmart es un material muy solicitado por los recicladores. De ahí que la industria considera más efectivo implementar esquemas virtuosos de sustentabilidad, como impulsar el uso de las bolsas reutilizables, que prohibir materiales.
Normativas en México
Con las prohibiciones, de acuerdo con Juan Carlos Camargo, pagan justos por pecadores. El equilibrio está en hacer un uso responsable de los productos plásticos, es disponerlos correctamente para su reciclaje. Las acciones a favor del medio ambiente implican un esfuerzo de empresa, sociedad y gobierno.
La marca Great Value trabaja con proveedores para rediseñar los envases en torno a la sustentabilidad. Se están eliminando elementos, como tintas, colores, etiquetas…, que impiden el reciclaje. También se promueve el uso de, al menos, un 20% de resina reciclada, y se elimina plástico donde no se necesita.
Salchichonería se enfrenta a un reto muy importante. La tendencia en el consumidor es llevar al atienda un envase hermético como sustituto de las bolsas de plástico. No obstante, tanto la tienda como los consumidores, deben extremar precauciones, puesto que el plástico para salchichonería ofrece inocuidad en los alimentos, una característica que, muchas veces, por un tema de higiene, se pierde en los envases herméticos.
En México, a pesar de los estudios que aseguran lo contrario, el consumidor no está dispuesto a pagar más por un envase que sea sustentable (biobasado). El pensamiento del consumidor es: “Si al final lo voy a desechar, por qué pagar más”. No obstante, la expectativa de que las compañías hagan lo correcto es un tema frecuente en el consumidor.